Vecinos de Quintanilla del Agua exigen a la CHD que repare una presa

F. Trespaderne / Burgos
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El organismo de cuenca autorizó que se rebajara su altura para evitar que el agua entrara a una vivienda, pero tras derrumbarse ahora se ven afectadas seis casas y numerosas huertas

Al rebajar la presa hace un año, el propio río se ha encargado de arrastrar el resto de las piedras y crear una isla. - Foto: DB

Un total de 240 vecinos y allegados a Quintanilla del Agua han presentado un escrito en la Confederación Hidrográfica del Duero exigiendo que el organismo de cuenca repare la presa del ‘Molino de los Borbollones’ para evitar que en época de crecidas las aguas afecten a seis vivienda, numerosas huertas y varios edificios que se encuentran en ese tramo de la ribera del río Arlanza.

Ricardo Lozano, promotor de esta iniciativa vecinal, recuerda que hace un año, ante las quejas de un vecino al que se inundaba su casa y el requerimiento del Ayuntamiento de Quintanilla del Agua, la CHD decidió «romper la presa rebajando el nivel del agua treinta centímetros, dirigiendo las aguas al municipio», afirma, a la vez que apunta que ahora el «problema» se ha trasladado a otras viviendas y vecinos «por lo que exigimos una actuación  urgente antes de que llegue la época de lluvias y las habituales crecidas que se registran en el río Arlanza».

Izquierdo, que ha mantenido varios encuentros con responsables de la CHD y del Servicio Territorial de medio Ambiente, manifiesta que el organismo de cuenca «justifica su actuación diciendo que en esa presa hay dos canales más el cauce molinar, pero al romper la presa del primer canal el agua se dirige al municipio cuando tenía que ser todo lo contrario, es decir reforzar el primer canal y limpiar el río ya que se ha formado una isla que no deja pasar el agua al segundo canal y al cauce, propiciando que el agua llegue a nuestra casas y huertas».

Además, Izquierdo recuerda que esta presa, de la que ahora prácticamente no queda nada por que al re bajarlas las piedras han sido arrastradas por la corriente, «ha sido un símbolo de Quintanilla del Agua, ya que era la playa del pueblo en la que hemos aprendido a nadar muchas generaciones de vecinos y de personas que pasan el verano en la zona».

Otra de las razones que llevan a los vecinos a reclamar la reparación de la presa es que estas infraestructuras hidráulicas, algunas de ellas construida de forma rudimentaria, como la de Quintanilla, «sirven para que el río no se quede seco en verano y exista vegetación y fauna en su proximidades», afirma Izquierdo, quien también recuerda como hace cuarenta años derribaron la presa del Molino de Quintanilla, situada en la carretera de Tordueles, en el término denominada ‘Atascadero y Bodegas de Tordueles’. «Había muchas hectáreas de chopos que se alimentaban del nivel del agua estancada que retenía la presa, en  la actualidad ese territorio es un páramo de chopos muertos», manifiesta Izquierdo, quien confía en que la CHD y Medio Ambiente atiendan las peticiones de los vecinos «porque consideramos que son razonables», matiza.

Esa peticiones, que también serán trasladadas al Servicio Territorial de medio Ambiente y al Ayuntamiento de Quintanilla del Agua, no son otros que «dejar la presa como estaba, es decir reparando la parte destruida del primer canal» y proceder a la limpieza de la isla que se ha formado en medio del río «para que puedan pasar las aguas al segundo canal y al cauce, repartiéndose de ese modo las aguas en las grandes crecidas y minorizando los posible daños a las viviendas y huertas», declara Izquierdo, quien apunta que la presa está situada a unos 300 metros de las casas que se pueden ver perjudicas en una avenida.

«Antes de que rebajaran la presa el agua se repartía y ahora todo va hacia el mismo lugar con el riesgo que eso supone, y creo que los  técnicos de la CHD y de Medio Ambiente, que han visitado la zona, ya se han dado cuenta de que para resolver un problema se ha creado otro mayor», afirma izquierdo, quien defiende también el mantenimiento de las presas para aprovecharlas en casos de incendios, como el del lunes. «Los helicópteros cargaban el agua en la presa de Puentedura y si hubiera estado en condiciones la de Quintanilla también lo podrían haber hecho en ella, pero ahora no hay posibilidad», asegura Izquierdo, quien defiende «el valor de las presas para ese tipo de intervenciones y porque lo que suponen para el medio ambiente».