El incendio declarado el pasado lunes en las traseras del centro comercial Parque Burgos ha sido mucho más dañino de lo que aparentaba. El alcalde ha desvelado esta mañana que se han perdido entre 2.500 y 3.000 árboles de una zona "ultrasensible"  del cinturón verde que se había repoblado hace una década y en la que muchos ejemplares habían adquirido ya un porte considerable, de entre 1,5 y 2 metros de altura.

Lacalle lamenta este siniestro en una zona que se ha tratado "con un mimo muy especial" en estos últimos años por el Ayuntamiento, gracias también a convenios con la Junta de Castilla y León, y avanza que se volverá a trabajar hasta conseguir en esta parte izquierda de la entrada de Madrid un espacio verde similar al que existe en el lado derecho, en el Monte de la Abadesa.

Según la medición oficial, las llamas afectaron a 2,90 hectáreas de árboles y 4,60 de rastrojos, entre Burgos y Villagonzalo Pedernales. Comenzaron de manera accidental.

Por otro lado, el Servicio de Medio Ambiente ha facilitado esta mañana la perimetración de la superficie dañada en el fuego de ayer de Villatoro, que afectó a 3,4 hectáreas de pinar y 24,72 de rastrojo. Aunque aún no se ha dado por extinguido, se confirma que comenzó por los trabajos de unos operarios en una tubería, a las 14.42 horas de ayer, en una zona cercana al campo de fútbol del barrio. Empujadas por vientos de hasta 60 kilómetros por hora, las llamas saltaron al otro lado de la ronda norte y obligaron a cortar la circunvalación en la zona de los túneles de Fuente Buena. Se dio por controlado pasadas las 19.30 horas, con el trabajo de más de medio centenar de efectivos de Medio Ambiente, el Parque de Bomberos de Burgos y la Policía Local.