Apenas tres años después de que se pusiera en marcha en el año 2003 la depuradora de aguas residuales (EDAR) de Miranda, ubicada en el paraje de Arce, a orillas del Ebro, quedó demostrado que lo hizo con un tamaño muy justo para la demanda existente y la prevista. Y ya desde entonces se habló de la necesidad de avanzar en un proyecto de ampliación. Pero las administraciones son lentas, muy lentas, y han tenido que pasar nueve años para que se dé un paso realmente firme -de los que van acompañados de dinero- para planificar un incremento de su capacidad que evite episodios de sobreexplotación como los que en algunos periodos se han dado.

Y lo ha hecho el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Dirección General del Agua, que ha abierto el proceso de licitación de una fase que, si bien es muy previa en un complejo y costoso proyecto, supone un avance que apareja un consignación presupuestaria, lo que da más garantías de cumplimiento. Son casi 380.000 euros (460.000 con IVA) los destinados como presupuesto para esta primera fase, ya que el Ministerio ha corregido el anuncio inicialmente publicado y que solo contemplaba 252.223 euros.

Lo que ahora hace la Administración central, que va a sumir la financiación íntegra de la ampliación aprovechando en parte fondos de la Unión Europea, es contratar los servicios de consultoría y asistencia técnica para la redacción del anteproyecto. Se trata de realizar la «toma de datos necesarios, planteamiento de un estudio integral de soluciones alternativas que permita determinar las actuaciones a realizar y redacción del anteproyecto», se explica desde el organismo responsable de la gestión nacional de las aguas.

Todo ello servirá de base para definir la intervención concreta a realizar para dar mayor capacidad de tratamiento a la instalación, que actualmente cuenta con un diseño para 52.700 habitantes equivalentes y un caudal de 12.800 metros cúbicos al día, si bien presta un servicio para 57.200 habitantes equivalentes y un caudal de 12.000 metros cúbicos al día, como detalla la empresa concesionaria de la gestión, OMS-Sacede.

Y es que actualmente no se encuentra en sobreexplotación, pero como reflejan los datos de diseño y actividad de la planta está muy cerca de alcanzar su tope. La bajada de la población y de la actividad industrial ha hecho que los episodios vividos años atrás de mayor demanda que la capacidad de tratamiento existentes no se hayan reproducido, pero la planificación en la gestión obliga a tener una infraestructura suficiente para los crecimientos de población y de actividad.

Nueva industria

En Miranda se piensa en especial en el desarrollo del polígono industrial de Ircio y la llegada de empresas, y además el Ayuntamiento debe integrar en esta EDAR el entronque del saneamiento de los barrios de Los Ángeles, El Lago y Arce.

Así, las necesidades apuntan a que el anteproyecto debe recoger como actuación principal la construcción de un tercer vaso de pretatamiento con un tamiz automático para eliminar de mejor forma los sólidos finos, instalación para la que hay espacio suficiente ya que la depuradora se levantó en 2003 con reserva de suelo para su futura ampliación. También se ampliarán y mejorarán las estaciones de bombeo, se incrementará el tratamiento biológico, se cambiará la línea de fangos y se instalará un nuevo reactor.

Hasta 2020

El Ministerio ha enmarcado esta actuación dentro de un paquete de 34 licitaciones en todo el país dentro del Plan de Medidas para el Crecimiento, la Competitividad y la Eficiencia del Gobierno (Plan CRECE), por un importe de más de 118 millones de euros. Es una parte inicial de un programa con cofinanciación europea que pueden superar los 1.000 millones de euros en total, y con el que se espera acometer antes de 2020 (fecha de finalización del plan) la actuación de la EDAR mirandesa.

La obra para la ampliación de la depuradora de aguas de Miranda estaba declara como de interés general por el Gobierno desde el año 2010, lo que garantizaba que para afrontar la importante inversión se iban a emplear recursos estatales y las posibles ayudas europeas para este tipo de programas medioambientales.