El fenómeno ‘Nini’, como se ha bautizado a los jóvenes que ni estudian ni trabajan, estuvo muy presente ayer en el evento paralelo a la Conferencia Iberoamericana de Ministros y Responsables de Juventud que se celebra también en el Fórum Evolución. Se trata de un asunto que preocupa a los países en tanto que, ta y como explicó el secretario general de la Organización Iberoamericana de Juventud (OIT), Alejo Ramírez, está provocando que muchos jóvenes «tienen una desafección hacia la democracia».
Ramírez destacó con preocupación que haya jóvenes de Iberoamérica que puedan «ver el progreso en procesos no democráticos». Todo ello, ante la desesperanza de no encontrar un trabajo o de que éste sea de baja calidad. Relacionó el problema del desempleo con el droga y el narcotráfico que, más allá de los problemas directos que generan en quienes se integran en ese mundo, «ponen en peligro la gobernanza de los países. Eso es lo que está en juego», advirtió.
El secretario de la OIT participó con su visión en una charla en la que también intervino, sobre este mismo tema, el especialista en Empleo Juvenil de este mismo organismo, Guillermo Dema. Partió del dato alarmante de que 74 de los 200 millones de desempleados en todo el mundo son jóvenes y que esta situación. Achacó la cifra al modelo productivo actual, que hace que el planeta sea «incapaz de absorber» la demanda de trabajo que se genera.
Respecto al efecto ‘Nini’ aseguró que en muchos casos se trata de jóvenes que se encuentran en esta situación por obligación. Porque no encuentran trabajo y porque no completaron unos estudios elementales que les permitirían reenganchares a la formación. Abogó porque los países creen «programas educativos de segunda oportunidad» para que puedan matricularse en enseñanzas técnicas o profesionales.
También estacó que el 70% de los ‘Ninis’ de Latinoamérica son mujeres que abandonan los estudios o que no se incorporan al mercado laboral porque se las ha predestinado a realizar tareas domésticas. Razones que, a su juicio, deben ser suficientes para «desmitificar» el concepto despectivo con el que se trata a estos jóvenes. Luego los hay, añadió, que ni buscan formarse ni trabajar y sobre los que admitió que «sabemos muy poco».
En una situación en la que el 40% de los parados son jóvenes, Dema defendió la existencia de programas para que, fundamentalmente os ‘Ninis’ «sean partícipes de la sociedad». Reclamó que se adopten medidas que faciliten su integración como la conciliación de la vida profesional y laboral.
El experto aseguró que el problema del desempleo juvenil «no es coyuntural, sino estructural» y que si bien tradicionalmente siempre ha sido entre 2,5 y 3 puntos superior al adulto, «la crisis» ha servido para comprobar que este grupo de población «también es el que más la está sufriendo».
El director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad, Ignacio Treviño, fue el encargo de moderar a ponencia ¿De qué hablamos cuando hablamos de empleo y emprendimiento?