Ángel Martín: «Hemos tardado en reconocer el problema de la despoblación y ahora igual ya es tarde»

David Alonso / Valladolid
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Entrevista con el presidente de la Asociación de Sociología de Castilla y León

¿Cuál es el principal problema que tiene Castilla y León en materia de despoblación?

Yo creo que Castilla y León a nivel demográfico se enfrenta en la actualidad a dos retos que es necesario diferenciar. En primer lugar está el problema de la despoblación, y en segundo lugar está el claro envejecimiento de la sociedad. Estos dos se están dando de forma simultánea y son dos problemas que van de la mano. Mientras que la despoblación afecta a buena parte de las zonas rurales de la Comunidad, el tema del envejecimiento sostenido de las estructuras de la población se da de una forma mas homogénea en toda Castilla y León, aunque hay provincias como Soria, Zamora y León que lo sufren de una forma más acusada.

¿Se trata de un reto propio de la región, o debe combatirse a nivel nacional?

El problema en gran medida es específico de Castilla y Leon, pero es cierto que es una circunstancia que no solo se da aquí, pensemos en la ‘Laponia española’ -formada por Soria, Guadalajara y Teruel-. Es evidente que es un fenómeno que se da de manera especial en ciertas zonas de España, y de forma dramática en ciertas zonas de Castilla y León. Por otra parte está el envejecimiento de la estructuras de la población, que se está dando a nivel mundial, tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo. Esto viene precedido por un descenso de las tasas de natalidad y un incremento en la esperanza de vida que desembocan en que las tasas de reemplazo no llegan a la tasa de reemplazo generacional.

¿La despoblación es un problema o la consecuencia de una política demográfica mal gestionada?

Yo creo que es necesario en primer lugar ser consciente de la enorme dispersión geográfica de los núcleos de población. Dentro del sistema productivo mundial, el que ha desarrollado Castilla y León, de carácter eminentemente agrario ha tenido un encaje difícil, lo que ha desembocado en que muchos jóvenes y no tan jóvenes han emigrado hacia zonas mas industrializadas, y es muy difícil que la Comunidad recoja con esta situación excedentes demográficos, quitando zonas industrializadas como Valladolid y Burgos.Además, creo que la sangría demográfica que se lleva produciendo desde 1960, y que se ha hecho mas dramáticas durante el presente siglo, se debería de haber contrarrestado con políticas mas contundentes, porque debemos saber que las políticas que se han realizado en esta materia no han sido muy enérgicas.
Debemos tener presente que la demografía es una ciencia muy tozuda y una vez que se inician las tendencias demográficas es muy difícil darles las vuelta y revertirlas. En Castilla y León lo que pasa es que desde las instituciones de la región no se ha reconocido el problema. Tu solo puedes poner soluciones a un problema cuando lo reconoces, pero a nivel político puede tener costes a corto plazo, y no se han puesto remedios cuando era preciso y ahora hemos visto que igual es algo tarde. Hemos sido un poco lentos en reconocer el problema.

Da la sensación que cada uno hace la guerra por su cuenta...

Hay toda una serie de agentes e instituciones que están realizando políticas en la linea que hemos comentado, pero creemos que es necesaria una coordinación en esas acciones, porque esos esfuerzos lo que hacen es suavizarse o dilatarse. Porque muchas veces nos ponemos manos a la obra y terminamos agotando esfuerzos solapando o duplicando acciones por la falta de coordinación. A veces actúa la Junta, a veces alguna Diputación, a veces algunas consejerías o ayuntamientos… Habría que sentarse todos en una mesa, mas allá que la Agenda de Población, y dar un paso mas para aunar todos los esfuerzos que se están realizando y que eso se dirija desde la Junta.

¿La crisis ha podido agudizar la perdida de población?

Las tendencias demográficas es muy difícil pararlas, pero sin embargo pueden ser aceleradas y esto es lo que ha pasado con la crisis económica. Al final las oportunidades laborales en Castilla y León para ciertos sectores se han hecho muy limitadas, y ha llevado a que nuestros jóvenes y parte de población haya emigrado, pero la tendencia ya estaba marcada.

¿Existe alguna solución a este  fenómeno?

Lo que tenemos que hacer entre todos los actores es intentar ponerle freno y diseñar medidas que sean adecuadas y eficaces, y estamos todos en esta dirección. La propia Junta tiene la Agenda para la Población 2010-2020, donde aparecen una serie de medidas, pero esas medidas están relacionadas más con la política familiar. Son medidas necesarias, pero a pesar de que son necesarias, son insuficientes porque por si solas no revierten la situación. Es necesario que vayan de la mano de un cambio del modelo productivo, porque Castilla y León, por las propias características de la población, tiene una oportunidad única en convertirte en referente del cambio, en nuestro caso las medidas debieran estar acompañadas de medidas que eviten el cambio climático porque estas medidas irían de la mano de la reforestación y cambios en nuestro modelo agrario, ayudando a fijar población en entornos rurales.

¿Qué opinan los sociólogos sobre la tendencia a la inversión de la pirámide de población?

Es algo que llevamos señalando e indicando desde hace 40 años de manera constante. Si vamos al caso de Castilla y León y sus zonas rurales, que son las que mas padecen estos problemas, llegamos a la pregunta de ¿porqué se esta produciendo?, y entre otros motivos son porque las primeras que emigran son las mujeres en edad de procrear, y en las zonas rurales no hay mujeres en edad fértil, lo que hace que sea mas difícil todavía la regeneración.

¿Cuál seria el modelo optimo de una pirámide?

El ideal es el tener una media de 2 hijos por mujer, porque eso garantiza el relevo generacional. En España la tasa de reemplazo generacional estaba en 1,32 hijos por mujer, mientras que en Castilla y León este indicador de la coyuntura de fertilidad estaba en 1,17 hijos por mujer. El modelo ideal es acercarse en la medida de lo posibles.

¿A qué cuestiones se enfrenta una sociedad con un excesivo volumen de población envejecida?

Evidentemente los relacionados con nuestro modelo productivo y con la financiación del estado del bienestar. Nos podemos encontrar con que las estimaciones hablan de un porcentaje de personas mayores de 65 años en 2052 del 32 por ciento. Al final lo que debemos es preparar a nuestra sociedad y nuestro sistema productivo para los retos que vamos a enfrentar como Comunidad. La solución al cambio climático, envejecimiento de las estructuras demográficas de la población y despoblación debe ir de la mano.

Con las ultimas cifras, ¿hacia dónde se dirige demográficamente Castilla y León?

A que una gran parte de nuestros efectivos demográficos sean mayores de 65 y una poblano de menores que suponga un porcentaje muy limitado.

¿Peligra en algún momento el relevo generacional de la región?

Aquí es necesario matizar, que es algo que no realizan los representantes políticos de Castilla y León que entienden a la región como un todo homogéneo. Hay que diferenciar que tenemos zonas que van a sufrir mas y territorios que están en la tendencia mundial del envejecimiento. Por ejemplo, Valladolid y Burgos enmascarar la realidad de otras muchas zonas de la Comunidad. Pero las zonas rurales van a sufrir mas, y están sufriendo. Y de aquí a 30 años si no realizamos ninguna medida concreta va a ser complicado que en ciertas zonas y ciertos municipios puedan tener un relevo generacional y garantizar la subsistencia.