La lentitud administrativa frena la Denominación de Origen del chacolí

Raúl Canales / Miranda
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Los productores de la zona del Alto Ebro culpan de «dejadez» a la Diputación en la gestión de la marca de garantía, una etiqueta esencial para la expansión comercial del producto

El presidente de la Diputación, César Rico (d.), visitó a finales del pasado año la bodega acompañado por Madariaga (i.). - Foto: G.A.T.

El chacolí burgalés sigue creciendo, aunque lo hace de forma silencios, como un hermano al que se le priva de su legítimo derecho a portar el apellido. Este año la cosecha permitirá embotellar más de 35.000 litros, pero los productores que realizan este tipo de caldos en el norte de la provincia siguen desprotegidos por la batalla legal que les impide indicar en la etiqueta su nomenclatura.

A pesar de las promesas institucionales, la obtención de la catalogación de Denominación de Origen (DO) se encuentra en punto muerto, una situación que limita la expansión de un producto que está listo para traspasar las fronteras provinciales pero que irremediablemente choca contra el muro que supone no poder usar el término.

 «No es lo mismo vender chacolí, que todo el mundo lo conoce y te abre puertas, que vino blanco, por mucho que lo expliques en la contraetiqueta», señala Koldo Madariaga, presidente de la Asociación de Viticultores Alto Ebro, para valorar las dificultades que la situación actual supone a la hora de introducirse en el mercado.

Sin Denominación, no hay futuro. Sin ella resulta casi imposible abrirse paso en un mercado en el que predomina «la cultura de la marca», que en este sector se traduce en la garantía visible en la etiqueta «de que lo que haces tiene calidad», asegura Madariaga, quien no duda a la hora de señalar a la Diputación como la «gran responsable» de que aún no se haya dado un paso que deja al borde del abismo a los productores de la zona.

Los proyectos de la administración provincial para fomentar la promoción del chacolí parecen haber quedado en el olvido. Lejos quedan algunas iniciativas anunciadas en los últimos años como la creación de un centro de estudios en San Miguel del Monte o las ayudas para impulsar el cultivo de vid en la zona como motor generador de empleo, ya que el punto de partida, la realización de los informes enológicos, históricos y geográficos exigidos como paso previo a la obtención de la Indicación Geográfica Protegida (IGP), aún no se han llevado a cabo, frenando cualquier intento de avanzar a medio plazo hacia la DO.

«Existen acuerdos firmados que no se están cumpliendo», señala Madariaga, quien entiende que la «dejadez» de la Diputación, representa «un palo en la rueda» que frena en seco la iniciativa de los productores. En este sentido, no entiende los tiempos de la administración provincial, «la primera en animarnos a invertir en este proyecto y que ahora se ha quedado rezagada respecto a la Junta o al Ayuntamiento, que sí que están brindando su soporte en el asesoramiento y la promoción».

Por este motiv, quiere dejar claro que el apoyo que reclaman no tiene que ver con el aspecto económico, sino técnico. «Hablamos de voluntad política, no de dinero, porque no se puede pedir a los de fuera que crean en algo en lo que por lo visto nuestros representantes tampoco creen», sentencia.

El malestar del presidente de la asociación de productores y socio de la bodega mirandesa, Término de Miranda, es evidente y se resume en una sentencia final. «El chacolí necesita menos ruido y más trabajo», apunta en referencia a que las continuas defensas públicas del producto por parte de los cargos políticos habidas meses y años atrás no se han traducido por el momento en acciones concretas.

Y es que cuatro años después de que los productores se lanzaran al cultivo de la vid para la elaboración del chacolí, han logrado lo más difícil, implantar en el mercado el producto, una inversión que no ha encontrado la misma respuesta, al menos en lo que a celeridad se refiere, por parte de las instituciones competentes en la creación de las figuras de calidad que permitan darle un mayor valor y garantía de continuidad a este vino.