Ocho víctimas se personan contra la empresa de los fuegos artificiales

I.E. / Burgos
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La jueza tipifica la causa como un delito o falta de lesiones por imprudencia. Llama a declarar como denunciados a los dueños de la pirotécnica y a sus 3 expertos en artefactos

Una ambulancia en el lugar donde ocurrió el accidente. - Foto: Á.Ayala

 
El juzgado de Instrucción número 3 de Burgos, que comanda la investigación sobre el accidente de los fuegos artificiales que causó 24 heridos en los Sampedros, dirige por ahora su investigación exclusivamente contra la empresa Hermanos Ferrández, de Murcia, y los tres expertos pirotécnicos que efectuaron la tirada del día 30 de junio. Son las únicas personas que ha llamado a declarar por el momento y lo harán en calidad de denunciados. En los próximos días se someterán a un interrogatorio por videoconferencia desde el juzgado de Orihuela. 
Hasta el momento ocho víctimas (tres de una misma familia) que se encontraban aquella noche en el Puente de San Pablo se han personado en la causa judicial, aunque no se descarta que aumente esa cifra. La jueza ha rehusado llamar a declarar a los responsables municipales de velar por la seguridad durante la tirada, el jefe de la Policía Local y la técnico de Protección Civil, «sin perjuicio de lo que se pueda acordar durante la instrucción», según reza el auto al que ha tenido acceso este periódico.
Asimismo, el juzgado ha solicitado al Ayuntamiento que entregue todo el material audiovisual que pueda tener en su poder sobre lo ocurrido. Además, ha demandado al Consistorio que identifique a los técnicos municipales que el día 30 de junio inspeccionaron in situ la instalación previa al lanzamiento. Es decir, que lo más probable es que la técnico de Protección Civil tenga que acudir a declarar, pero a priori en calidad de testigo. La jueza que dirige la investigación ha pedido a la compañía aseguradora de la empresa pirotécnica que remita una copia de la póliza.
Hay que recordar que las carcasas de las que se incautaron los artificieros de la Policía Nacional al día siguiente del accidente caducaban en marzo de 2014, según el etiquetado, cuatro meses antes de la fecha en que se lanzaron. 
Los Tedax establecen una hipótesis acerca de cuál pudo ser la causa. El hallazgo de multitud de fragmentos de uno o varios tubos lanzadores o morteros afianza la teoría de que «una o dos carcasas no funcionaron correctamente». Explotaron dentro del tubo y lo fragmentaron, «pudiendo dar lugar a que otro de los morteros perdiera la verticalidad sobre el terreno». 
Esta circunstancia hizo que «cambiara la trayectoria de la carcasa, proyectándola hacia los espectadores que se encontraban en el puente de San Pablo», según el informe al que accedió este medio de comunicación.