El abogado de Montserrat y Triana trata a la desesperada de invalidar sus declaraciones

SPC / León
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El letrado reclama a última hora que madre e hija fueron interrogadas sin reunirse las condiciones adecuadas y reitera los «engaños»

El juicio de IsabelCarrasco todavía guardaba una última sorpresa entre bambalinas. Después del delirante proceso vivido, la jornada que cerraba el turno de declaraciones del centenar de testigos -solo resta la presentación de conclusiones y la palabra final- concluyó con un anunció sobre la bocina del abogado de Montserrat y Triana. El letrado de ambas decidió ayer impugnar los informes sobre los posicionamientos de los terminales telefónicos de las acusadas, el informe forense mental de ambas por entender que al practicarse sin quitarles las esposas no se reunieron las condiciones adecuadas para llevarlos a cabo.  Además, presentó un acta notarial que recoge distancias y tiempos en los recorridos que hicieron madre e hija la tarde de los hechos. El objetivo que persigue JoséRamónGarcia es salvar a Triana y demostrar que no estaba esperando a que su madre la entregara el bolso. También impugna las declaraciones que ambas hicieron tanto en Comisaría como en el juzgado de Instrucción número 4, «porque seguimos pensando que fueron engañadas por los policías de Burgos». 
Un intento a la desesperada ante el continuo naufragio que la estrategia de defensa de madre e hija han sufrido durante el juicio. Un desmoronamiento que ayer se fraguó con las declaraciones de las dos médicas forenses que visitaron a Montserrat, y confirmaron que la autora de los tres disparos que acabaron con la vida de IsabelCarrasco no padece ningún trastorno y «sabía lo que hacía». «Es una persona fría, con poca capacidad para empatizar, de carácter dominante, dogmática y con capacidad para establecer lazos afectivos», detallaron las peritos sobre la personalidad de la acusada. La defensa de Montserrat, tras enumerar todos los perjuicios que atribuye a Carrasco sobre Triana, no logró que las forenses reconocieran la existencia de un trastorno delirante de tipo persecutorio. «No, porque eso son hechos reales», subrayaron, informa Ical. 
Sin embargo, la psiquiatra que visitó a la asesina a petición de su abogado dibujó un diagnóstico radicalmente opuesto de paranoia, con trastorno de ideas delirantes persistente y manía persecutoria. 
En el caso de Triana, el psiquiatra que la visitó en varias ocasiones, junto a un colega ya fallecido, a petición de su defensa, declaró que el supuesto episodio vivido por la acusada y la víctima en casa de ésta, en la que le habría propuesto una relación íntima, no le pareció inventado, aunque remarcó que no puede saber si es cierto. 
 
Negación de la realidad. Por su parte, la negación de la realidad que hizo Raquel Gago cuando conoció el asesinato de Isabel Carrasco y la posible implicación de su amiga y la madre de ésta no fue «consciente» según el psiquiatra que la visitó en la cárcel, quien discrepando con el criterio de las forenses que la examinaron, habla de un mecanismo de defensa que se activa de forma inconsciente y que no le impediría continuar con su rutina.