El sector porcino de Castilla y León es uno de los que está pagando las consecuencias de la decisión de Rusia de vetar las importaciones de frutas y hortalizas, carne de cerdo, ternera, pollo, leche y productos lácteos, queso y pescado de la Unión Europea, Estados Unidos, Australia, Canadá y Noruega. Un panorama que ha obligado a los ganaderos a afianzar su situación en nuevos mercados como Japón o China y buscar nuevas posibilidades en otros como EEUU.
Aunque los ganaderos de la región llevan desde 2012 sin exportar grandes cantidades al país ruso por los problemas con el cumplimiento de la normativa de la Unión Aduanera, la prohibición ha provocado que Alemania y otros países desvíen su producción hacia el sur de Europa y esto ocasione una saturación de los mercados con la consecuente caída de los precios tras más de dos años en una situación de estabilidad.
Desde UCCL calculan que de julio de 2014 a enero de este año, el precio del porcino ha caído más de un 30 por ciento, pasando de los 1,48 euros en julio a los 1,018 actuales. «Esto quiere decir que los ganaderos están vendiendo en estos momentos por debajo de los costes de producción, situados en torno a 1,15 euros», señala el responsable del sector porcino en la organización agraria, José Luis Muñoz.
Una situación que ratifica el secretario general de la Alianza UPA-Coag en Castilla y León, Julio López: «El veto ruso hace mucho daño y lo que hay ahora mismo es un bloqueo importante por una bajada de precios. En el momento en que se busquen otros mercados habrá más posibilidades, pero es algo que nos afecta indirectamente al no poder exportar a otros países de la Unión Europea porque está copado el mercado».
Un problema que también recalca Muñoz, que recuerda que los principales mercados en los que vendía el sector porcino español «eran y serán» Francia, Italia yPortugal. «Al vetar Rusia las importaciones de Europa, esos mercados que España tenía bien establecidos, hemos visto que no podíamos exportar de la misma manera porque los estaban copando del norte de Europa como puede ser Alemania, Polonia o Dinamarca». Ante esta situación se ha potenciado la labor en países extracomunitarios con los que ya existían lazos comerciales desde 2008, como es el caso de China, Hong Kong, Filipinas o México.
José Luis Muñoz reconoce que los ganaderos castellanos y leoneses trabajan en la actualidad en potenciar y afianzar estos nuevos mercados, aunque como afirman tanto él como López, «no es fácil, porque para cubrir el hueco tienen que dejarlos otros». «Ganarse un mercado se tarda años, son inversiones, es complicado y duro», destaca Muñoz, que incide en «la lucha incesante» que realizan los profesionales de cara a la exportación.
«Últimamente se han abierto mercados en los países asiáticos como Japón y China, fundamentalmente, que es un motor importante y está subiendo en unos porcentajes importantes», recalca el responsable del sector porcino de UCCL, que apunta otras posibilidades como Filipinas, Corea, Vietnam o México. «Se están abriendo mercados, pero para nada absorben todo lo que Europa produce», añade.
Perspectivas. Las perspectivas de futuro, según UCCL, son «halagüeñas» si se piensa que Rusia puede volver a abrir las fronteras. Además, como destaca, «se están haciendo campañas publicitarias para incentivar el consumo de carne». Unas acciones que favorecen la situación, «pero la subida es muy tenue», asegura Muñoz.
Desde UCCLplantean a las administraciones que articulen medidas para paliar la pérdida de renta que soportan los ganaderos de porcino, «que en estos momentos se sitúa entre seis y ocho euros por animal cebado». Además, insisten en que se deben «redoblar los esfuerzos en el seno de la Unión Europea para restablecer unas relaciones comerciales normalizadas tanto con Rusia como con Ucrania». Muñoz confía en que en breve se celebre una reunión a nivel estatal con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente para tratar este asunto.