Una inversión de 208 millones para apuntalar la llegada del AVE a Burgos

R. Travesi / Burgos
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A los 80 millones que contemplan los Presupuestos Generales del Estado para la provincia hay que sumar otros 128 en el tramo más largo de la línea en Palencia, que discurre durante 60 kilómetros entre Venta de Baños y Villodrigo

El subtramo más avanzado es el que discurre entre Villodrigo-Villazopeque, que cuenta con un asfalto experimental y vallas. - Foto: DB/Jesús J. Matías

La mejor noticia para Burgos ha venido este año con la inversión prevista por el Gobierno central de 80 millones de euros en las obras de la línea de alta velocidad (LAV). Pero de nada sirve este esfuerzo inversor si no viene acompañado de otras actuaciones en puntos intermedios como es el caso de Palencia. Es clave un impulso en esta provincia porque la línea del AVE suma unos 60 kilómetros entre el nudo de Ventas de Baños y Villodrigo. Y aquí, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) también reserva 128 millones. Una suma de 208 millones de euros para este año entre las provincias de Burgos y Palencia.

La inversión de futuro es fundamental para cumplir los plazos programados de la Alta Velocidad entre Valladolid y Burgos en 2015, además de que el Ministerio de Fomento y la Unión Europea consideren el AVE hasta Vitoria una actuación prioritaria para vertebrar el norte del país, al ser una parte estratégica del eje atlántico ferroviario.

Pero también es importante comprobar el estado actual de las obras, sobre todo en la provincia burgalesa. Cualquier obra civil aquí se paraliza en invierno por la meteorología adversa. Toda no, porque las máquinas han continuado trabajando en las estructuras y en lo que será la futura plataforma del AVE. El tránsito de camiones, excavadoras y las grúas en pasos elevados como puentes y viaductos han sido visibles desde la autovía A-62, que discurre paralela a la línea de alta velocidad.

Última visita de tricio

Los últimos datos oficiales del grado de ejecución de la obra son de septiembre del año pasado, cuando los responsables de ADIF anunciaron que los 44,5 kilómetros de la línea del AVE que discurrían por la provincia de Burgos estaban al 55%. Coincidió con una visita que realizó la anterior subdelegada del Gobierno, Berta Tricio, al tramo entre Villazopeque y Estépar, en concreto a un viaducto en construcción sobre el río Hormazuela, junto a Celada del Camino.

Desde entonces, ha continuado la actividad pero ADIF no ha facilitado datos del estado actual de las obras. La última comunicación oficial fue de diciembre pasado cuando anunció que había finalizado la construcción de los 4 pasos superiores proyectados en el subramo Villodrigo-Villazopeque (10,3 kilómetros), que se sumarían a otros dos viaductos y dos pasos inferiores que también estaban acabados. Es, sin duda, el lugar donde más avanzada está la obra puesto que ya cuenta con un subbalasto de mezcla asfáltica, a modo experimental, para proteger la plataforma contra la erosión y las heladas, además de evacuar las aguas pluviales. Todo ello ya está vallado e, incluso, cuenta con replantaciones en los taludes.

El futuro de la infraestructura está, en principio, asegurada. Al menos, si nos fiamos de las previsiones para los años próximos que recogen los Presupuestos Generales de 2012. En el caso de la provincia de Burgos, contempla 101 millones de euros en 2013, 90 millones en 2014 y 50 millones en 2015. El documento contempla que la finalización del AVE sería en 2016. Las inversiones en Palencia son también importantes en los próximos ejercicios, con 159, 126 y 35 millones.

Unas partidas que servirán para la colocación del balasto, el montaje de vías y la posterior fase de superestructura (instalación de los sistemas de electrificación, seguridad y comunicaciones).

túnel de Estépar

El mayor temor de la línea entre Venta de Baños y Burgos está en uno de los extremos, en concreto a medio camino de Estépar y Cabia. El tramo entre esta localidad y la capital es el más caro, con 70 millones de euros, motivado por que incluye como punto de especial dificultad el llamado túnel de las Calbezadas, de 900 metros de longitud. En su momento, ya se habló de que este paso podía condicionar la fecha definitiva de apertura de la línea.

A día de hoy, se mantiene esa idea porque poco o nada se ha movido en ese lugar. Tal vez esté relacionado con que ADIF desista, finalmente, de la construcción de ese túnel y opte por cortar el cerro. Una solución que rebajaría, de forma considerable, el coste del proyecto y acortaría los plazos al requerir de menos dificultad técnica. De momento, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias guarda silencio.