Los titos conquistan Gamonal

I. Elices / Burgos
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Millares de burgaleses acudieron hasta la Cofradía de San Antón para llenar sus cazuelas con el guiso de la humilde legumbre • Las colas a mediodía eran 'kilométricas'

Los ‘hombres de blanco’, los cofrades de San Antón, removían ayer la legumbre con la Real y Antigua de Gamonal como telón de fondo. - Foto: Valdivielso

Ayer fue domingo, sí. Pero en Gamonal parecía que todas las tiendas estaban abiertas. Miles de personas se movieron ayer a mediodía por el barrio con bolsas de la mano, de plástico de toda la vida y de esas otras más resistentes y capaces que venden los súper y los híper. ¿Qué portaban? Ollas y cazuelas de todo pelaje para llenarlas de un guiso cuyo aroma comenzó a extenderse por el barrio antiguo desde primera hora de la mañana.

Frío hacía. El 17 de enero fue, de hecho, el día más ‘fresco’ del invierno, pero a mediodía lucía un sol tan imponente que ni los más refractarios a las bajas temperaturas se quedaron en sus casas. Menudas colas se formaron alrededor de la Cofradía de San Antón, cuyos miembros habían empezado a trabajar a las 5,15 horas de la mañana para preparar los famosos titos.  Pocas iniciativas, culturales, deportivas o gastronómicas, atraen a tantos vecinos de Burgos. Puede que el éxito se deba en parte a que  la ración sale gratis, pero reunir a  tamaña multitud en un mismo evento dice mucho también del empeño de los habitantes de Gamonal por mantener una tradición de más de cinco siglos.

Y continúa. Si antes los cofrades daban de comer a peregrinos que llegaban famélicos hasta la Real y Antigua de Gamonal ahora esa costumbre se ha convertido en una fiesta que moviliza a millares de vecinos. Para que se hagan una idea. A las 13,30 horas, justo después de que el párroco del barrio bendijera el guiso de la humilde legumbre, la columna de gente formada en la calle Nuestra Señora de la Antigua llegaba hasta la calle Centro. Un par de centenares de metros bien a gusto. Pero es que en la calle de las Candelas también aguardaba su turno un gentío que llevó la espera con sosiego, aunque el hambre ya apretaba a esas horas.

La bendición a los animales en la Real y Antigua de Gamonal.La bendición a los animales en la Real y Antigua de Gamonal. - Foto: Alberto Rodrigo Fue entonces cuando los ‘hombres de blanco’ -los cofrades se enfundaron un mono de ese color para ponerse a la faena- empezaron a servir a los vecinos. Miren, en este punto ni los mismos organizadores se pusieron de acuerdo. El prior, Jesús Puente, explicaba que había cantidad para 10.500 raciones, pero otros miembros aseguraban que repartirían el doble. Bueno, lo que sí se sabe es que nadie se quedó sin probarlos. Unos se llevaron más y otros menos, en función del tamaño de los recipientes que portaban y de la generosidad del cofrade encargado de servirle. El caso es que ayer en muchas casas solo hubo que preparar el segundo plato, porque de primero en muchas mesas hubo titos. Con su ajo, su cebolla, su laurel, su morcillas de Rioseras y su pimiento choricero, y con un aroma a leña de roble que pocos cocinillas domésticos pueden aportar a sus preparaciones cuando trabajan en casa.

 Los cofrades sudaron a base de bien. Para las 13,30, cuando empezaron a servir, ya llevaban una jornada laboral a sus espaldas. Menos mal que tenían preparada del sábado una marmita de bacalao que degustaron como almuerzo, con alguna copita de vino o vaso de cerveza para acompañar.

Por cierto que la Cofradía decidió conceder el Tito de Oro a un viejo conocido del barrio de Gamonal, al subinspector de la Policía Local Juan José García, que lleva años velando por la seguridad de los vecinos  de la zona más poblada de Burgos. Enhorabuena.

Por la sede de la hermandad se dejó caer el alcalde, acompañado de su concejal más polémico en estos momentos, Fernando Gómez. Los socialistas Daniel de la Rosa y David Jurado también estuvieron, así como su secretaria provincial, Esther Peña. Asimismo, acudió el que fuera alcalde de Burgos, José María Peña. Por cierto, en el sorteo de los dos cerdos salió el número 13.810, que está entre los vendidos.

Justo antes de empezar a repartir los titos, el párroco de la Real y Antigua de Gamonal efectuó la tradicional bendición de los animales en el día de San Antón. A las puertas de la iglesia se reunieron numerosos vecinos con sus perros y sus gatos, confiando en que este secular rito conceda una mejor salud a sus mascotas durante el presente año. Si en 2017 están presentes en la ceremonia será una buena señal.

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