El pasado 25 de junio el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó tres convocatorias para nombrar diferentes jefaturas en los departamentos de Anestesiología y Reanimación (jefe de servicio y jefe de unidad), Medicina Interna (jefe de servicio y dos jefes de unidad) y Pediatría (dos jefes de unidad)del Hospital Universitario de Burgos (HUBU). El objetivo de las mismas es «cubrir mediante el sistema de libre designación los puestos de trabajo» y está prevista para este jueves, 6 de agosto, la reunión de los tribunales que se han conformado para valorar los méritos de los aspirantes. Antes, la Gerencia Regional de Salud tendrá que resolver los recursos que han presentado 4 internistas y 5 pediatras, de forma conjunta por cada especialidad, al ser contrarios a diferentes aspectos que incluye las convocatorias. Los profesionales pretenden que se anulen o se suspendan. En la de Anestesiología no ha ocurrido esta circunstancia.
Fuentes de Sacyl explicaron el pasado viernes que la resolución de los recursos «será respondida en tiempo y forma» antes de la fecha en la que se reúne el tribunal calificador para escuchar la exposición de los proyectos de los candidatos. A fecha de hoy, los interesados no han recibido contestación, según ha podido saber DB.
En el caso de Medicina Interna, los facultativos han alegado, entre otras cosas, que en su convocatoria se produce «una indefensión jurídica» debido a que, a su juicio, los aspirantes desconocen qué contenido funcional dar al proyecto técnico que se les solicita «pues ignoran qué dos jefaturas de unidad son las propuestas para su cobertura por el sistema de libre designación». Y es que en el texto publicado en el Bocyl no se especifican estos extremos.
Consideran también que «es incoherente convocar simultáneamente el puesto de jefe de servicio, que será nombrado en atención a la bondad de su proyecto y lógicamente ese proyecto incluirá su visión de lo que debe ser cada unidad». También echan de menos que los puestos hayan sido descritos por sus propias características, como obliga la ley. Por último, creen que los aspirantes no saben cuáles son los criterios objetivos de valoración, «lo cual vulnera los principios rectores de los procedimientos de selección y provisión, mérito y capacidad, criterios de idoneidad, garantía de la publicidad y concurrencia».
Son algunas de las razones que han plasmado en el recurso. Pero en petit comité se comenta que las plazas «ya están dadas» a los profesionales más afines a la dirección antes de que reúnan los tribunales, que están formados por miembros de la gerencia del HUBU, del Sacyly de sociedades científicas de cada especialidad.
Desde que llegó Miguel Ángel Ortiz de Valdivielso a la dirección del centro sanitario, todas y cada una de las jefaturas de servicio, de sección, de supervisoras de Enfermería y de cualquier otro tipo han sido hechas también por libre designación... pero sin concurso como en este caso con el objetivo, según dicen algunas voces, de no tener voces críticas en el hospital. Solo se convocó para las jefaturas de Obstetricia y Ginecología, Cirugía Pediátrica y Urgencias. Y esto a pesar de que el gerente llegó con la intención de formar tribunales para regularizar los nombramientos que había realizado su antecesor. «Estamos revisando todas las cosas del hospital y haciéndolas correctamente», explicó a DB sobre este asunto en noviembre del 2011. Pero nada de esto ocurrió.
«Presos de la dirección»
Estas prácticas -tanto la designación a dedo directamente, como la de la convocatoria de un concurso para que luego el nombramiento sea totalmente libre porque no hay una prueba objetiva sino que los aspirantes deben presentar un proyecto que valoran de forma subjetiva los miembros del tribunal- llevan tiempo siendo denunciadas por el sindicato de médicos CESM. Su secretario en Burgos y responsable de Atención Primaria a nivel regional, Fernando García Picón, explicó que han expuesto su rechazo a este sistema en todas las mesas sectoriales y que han llegado a ir a los tribunales. «Un jefe nombrado mediante este sistema está preso de la dirección del centro», afirmó.
La diferencia existente entre el dedazo y la convocatoria en el Bocyl para cubrir el puesto por el sistema de libre designación es, para García Picón una mera cuestión de formas «aunque deberían guardarse para cumplir la ley, que en estos casos contempla una convocatoria pública».