El pleno de la Cámara de Comercio de España entregó ayer al Rey Felipe la Gran Cruz de la Orden de la Cámara de España, la máxima distinción de la institución, por encarnar los valores y principios del organismo y en reconocimiento «a su constante apoyo al tejido empresarial español y a sus esfuerzos en favor de todos».
Durante la audiencia en el Palacio de la Zarzuela, el presidente de Freixenet y de Cámara España, José Luis Bonet, resaltó que el impulso y el gran apoyo del monarca ha sido «determinante y muy positivo» para la institución desde su presentación pública, hace un año y le animó a seguir trabajando para mejorar el tejido industrial del país en pleno desarrollo.
Bonet expuso a Felipe VI que la Cámara de Comercio continuará trabajando en el diseño de nuevos programas para las empresas, así como en la búsqueda de nuevas vías de financiación en beneficio de toda la industria nacional.
Además del respaldo de la Casa Real, Bonet remarcó el compromiso de las principales firmas del país, que han querido participar en el proyecto y de las administraciones públicas que apostaron por la continuidad del sistema cameral español.
Según explicó, el modelo de esta institución es un «magnífico ejemplo» de colaboración público-privada, «esencial» para afrontar los grandes retos y valores de esta corporación, con 3,2 millones de sociedades adscritas.
La participación de las grandes empresas, de las administraciones públicas, de las organizaciones de autónomos y pymes y del conjunto de las 88 cámaras territoriales y las 35 cámaras en el exterior «convierten a la Cámara en un foro de encuentro y diálogo privilegiado para avanzar juntos hacia la modernidad y el progreso», subrayó.
La Gran Cruz de la Orden se concede solamente a jefes de Estado, presidentes de Gobierno y altos representantes de Estados o instituciones que hayan realizado una labor meritoria o hayan promovido iniciativas destacadas en el campo de la economía y el desarrollo nacional. La concedida a Felipe VI es la primera que entrega esta institución después de su refundación en el año 2014.
En el anverso de la Cruz están representados los símbolos del comercio, la industria y la navegación: un caduceo y un ancla, cruzados entre sí, y una rueda dentada superpuesta.
En el acto, acompañaron a Bonet los 46 miembros del pleno cameral así como el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz y la empresaria Esther Klopowitz.
GRADUADOS SOCIALES. En esta audiencia, el Rey recibió también la medalla de la Gran Cruz de la Justicia Social, la más alta distinción que otorga el Colegio de Graduados Sociales de España en reconocimiento a los actos y hechos relevantes de Felipe VI que han tenido un significado especial para el mundo de la jurisdicción social.
Su presidente, Francisco Javier San Martín Rodríguez, recordó que los 43 colegios provinciales, que agrupan a casi 25.000 colegiados de graduados sociales dan empleo a más de 50.000 familias y gestionan el 80% de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES).