Los municipios pagarán un 4% menos por llevar residuos a Abajas

Á. M. / Burgos
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El Ayuntamiento, la Diputación, el Consorcio Provincial y la Junta de Castilla y León acuerdan inversiones para ampliar y gestionar el depósito con un coste menor que el actual

Carolina Blasco y Javier Lacalle (Ayuntamiento), Antonio Silván, consejero de Fomento;César Rico (Diputación) y Víctor Escribano (Consorcio Provincial de Residuos) celebran el acuerdo (de i. a d.). - Foto: Jesús J. Matías

La provincia podrá generar dos millones de toneladas de rechazos urbanos antes de volver a preocuparse de cómo y dónde tratarlos. O lo que es igual, dispone de un horizonte temporal de 15 años totalmente despejado para el vertedero de Abajas. Llega así la normalidad a una infraestructura básica cuya gestión ha sido objeto de polémica desde su inauguración en junio de 2002.

El depósito se concibió como una instalación que sirviera a todos los municipios de la provincia burgalesa, pero fue el Ayuntamiento quien gestionó la llegada de los fondos europeos con los que se pagó la obra, así que su control quedó bajo el ala de la capital... Hasta ayer.

La firma del convenio para ampliar el vertedero (el primer vaso ya está colmatado) sitúa un antes y un después en su historial y prologa varias mejoras que no se quedan en el ámbito administrativo y alcanzan al ciudadano de a pie. El acuerdo lo protagonizaron el Ayuntamiento de Burgos, la Diputación, el Consorcio Provincial de Residuos y la Junta de Castilla y León. «Es fruto de decenas de reuniones discretas y de muchos años de trabajo», aseguró el regidor capitalino, Javier Lacalle. «No siempre ha sido fácil ni bonito, pero hoy es un buen día para la provincia», apuntaló Víctor Escribano, presidente del Consorcio.

El presidente de la Diputación, César Rico, amplió que con la firma de ayer se cumplen dos objetivos: «Regularizar la situación de un vertedero que nació con vocación provincial y que haya una futura repercusión a la baja de la tasa de residuos». Por último, fue el consejero de Fomento, Antonio Silván, quien explicó los pormenores del acuerdo destacando el ejemplo de «colaboración eficaz» entre administraciones que supuso la rúbrica.

Así, explicó que la Junta, a través de Somacyl, acometerá los trabajos de sellado y posterior mantenimiento del vaso uno (los costes, de 1,5 millones, los soporta el Ayuntamiento) y ejecutará y explotará la ampliación (vaso 2), de cuyas obras pagará el 30% del coste. Al asumir la gestión Somacyl, el coste de gestionar cada tonelada pasará de 13 euros por tonelada a menos de 9, y eso tendrá consecuencias.

La primera afectará a los municipios y la adelantó Escribano, que cifró en un 4% la reducción del coste de la tasa que se aprobará en el próximo consejo del Consorcio y tendrá vigencia en 2015. La segunda correspondía explicarla a Carolina Blasco, concejala de Medio Ambiente y correa de transmisión en las negociaciones que ayer llegaron a buen puerto.

Al menos no subirá

Blasco puntualizó que el coste de tratar los residuos en Abajas constituye una parte del recibo de Basuras que pagan los vecinos de Burgos, pero no un todo ya que, por ejemplo, hay que cubrir los costes del millonario contrato de la recogida urbana. «Además, la reducción del consumo, la mejora del reciclado y la apertura del futuro vertedero de residuos industriales no peligrosos provocará una caída del 30% en el número de toneladas que llegue a Abajas, y eso encarecerá los costes de gestión», contextualizó.

Por contra, y gracias a la entrada de Somacyl en Abajas y a la reducción de costes que eso conlleva, esa subida quedará cubierta con el ahorro que ahora se propicia y, en el peor de los casos, la tasa no subirá en años venideros.