«Mírame, hace casi 30 años que me diagnosticaron VIH/sida y estoy fenomenal, llevo una vida completamente normal y he podido llevar a cabo todos mis proyectos». Esto es casi lo primero que les ha contado el responsable de la ‘consulta de pares’ que el Comité Ciudadano Anti-Sida de Burgos tiene en el Hospital Universitario a los 113 pacientes que ha recibido por primera vez en estos últimos siete años desde que funciona este programa. «Suelen llegar muy asustados y prácticamente con la idea de que su vida ha terminado. Tienen miedo al futuro y no saben cómo gestionar lo que les está pasando ni cómo decírselo a la gente de su entorno. Por eso, en la consulta se trabaja para tranquilizarles y nada mejor para ello que hablar con una persona que ha pasado por lo mismo», explica Judit Beltrán de Otalora, expresidenta y actual vocal del Comité
Este es el espíritu y de ahí el nombre de la consulta. Un par es un igual. Alguien que hace muchos años recibió el mismo diagnóstico y que traslada toda su experiencia a los nuevos pacientes.
La casuística que se presenta en la consulta es muy variada pero por encima de otros asuntos, numéricamente se lleva la palma la pregunta de cómo comunicar en el entorno familiar y social que se es seropositivo. En función de los casos se les aconseja qué hacer pero hay un asunto en el que siempre son tajantes: no contarlo jamás en el ámbito laboral. «Se trata de un enfermedad que aún tiene un gran estigma y hay mucha gente que no entiende que un seropositivo puede llevar una vida absolutamente normal, y ante esta realidad es mejor reservarse una información de carácter privado».
Las relaciones sexuales y la reproducción asistida también generan muchas dudas en las personas que estrenan su condición de portadores de VIH/sida y en la ‘consulta de pares’ se les dan las pautas a seguir. La persona responsable del programa realiza además otras funciones importantes como la de atender a los casos positivos que aparecen en la farmacia que hace las pruebas rápidas en Burgos y facilitar la medicación a los pacientes que no desean acudir a la farmacia hospitalaria también por una cuestión de privacidad. El usuario se acerca al hall del hospital, contacta con el responsable de la consulta y éste le saca una bolsa con su medicación. También la manda por autobús o por empresas de transporte a pacientes que viven en la provincia.
El Programa Pares Burgos se inició en 2007 y es el único que funciona en Castilla y León tras un intento frustrado en Salamanca. Está financiado por el Plan Nacional de Sida, la Coordinadora Estatal de Sida y la Dirección General de Migraciones, del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Según sus datos del año 2013, advirtió un repunte de casos en jóvenes homosexuales varones menores de 30 años y un número significativo de retrasos diagnósticos por no hacerse la prueba a tiempo.