Frankristina llenó San Juan

G.G.U. / Burgos
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El festival Enclave de Calle terminó ayer con una decena de espectáculos • Las dos funciones de Bambalúa fueron un éxito

Igor y Frankenstein flanquean a Frankristina, un experimento que no resulta ser como sus creadores esperaban. - Foto: DB/Luis López Araico

Tiene brazos de frutera, manos de pianista, culo de funcionaria, piernas de motorista y el cerebro de una eminencia. Así es o, mejor dicho, así cree el Frankenstein de Bambalúa que es su última creación, la monstruosa Frankristina. El último estreno de la compañía burgalesa y de esta edición del EnClave de Calle fue un éxito de público, al llenar el patio del Monasterio de San Juan tanto en la función matutina como en la vespertina.

Frankristina se presentaba como una «desternillante» parodia del Frankenstein de Mary Shelley, basada en el cine expresionista alemán y con guiños al cine mudo, y no defraudó. Tanto niños como adultos se rieron con la desesperación del doctor Frankenstein y de su ayudante Igor al comprobar que su experimento, un monstruo capaz de gobernar el mundo, no había salido tal cual esperaban, a pesar del detalle con el que habían seleccionado cada elemento de su cuerpo.

El espectáculo, a diferencia de la mayor parte de los contratados en el festival, era gratuito y duró aproximadamente una hora, en la que los tres actores (Alex Britos, Sito Matía y Cristina Salces), pidieron la colaboración de varios espectadores, lo cual siempre hace más amena toda representación.

A pesar de ser una obra dirigida a un público familiar, hubo algunos momentos de crítica hacia diversos asuntos de actualidad como, por ejemplo, el incremento del IVA. Frankenstein exige que se genere «alta corriente eléctrica», «un chupinazo capaz de despertar a un muerto», a lo que Igor responde que menuda factura de luz les va a llegar «con el IVA como está». Otro aspecto en el que quisieron incidir fue en la cacareada igualdad entre sexos y, concretamente, en el papel que la sociedad le da a la mujer, algo que se representó a través de la propia Frankristina.

Aunque la última creación de Bambalúa Teatro fue la estrella del cartel del EnClave de Calle ayer, hay que recordar que a lo largo del fin de semana hubo otras obras cuyo estreno en España se produjo en Burgos. Es el caso de Histoires de Coeurs o de Circuits fermés, ambas de compañías francesas. El teatro hecho en Francia tuvo especial predominancia en este último fin de semana de festival al que ha acompañado el buen tiempo.

Próxima edición

Está previsto que el concejal de Cultura, Fernando Gómez, informe hoy sobre las cifras de espectadores, pero ayer ya hizo una valoración muy positiva sobre el evento. «Sin datos y anticipándonos, creo que ha sido un éxito en todos los aspectos». En este sentido, consideró que la idea de celebrarlo en dos fines de semana «ha sido fructífera» porque ha permitido «disfrutar» de los espectáculos con más calma y libertad. De hecho, Gómez señaló que están barajando la posibilidad de «dilatarlo un poco más de dos fines de semana para próximas ediciones», concluyó.