El ya expresidente de la Federación de Empresarios del Metal (Femebur) y en la actualidad número uno de la patronal burgalesa, Miguel Ángel Benavente, reconoció ayer que la industria de la automoción vive con «preocupación» la crisis que se ha creado en los últimos meses por la baja demanda de los vehículos diésel. Una situación que, tal y como remarcó, ha provocado «ya la reducción de empleo» en las factorías del sector. Una pérdida de puestos de trabajo que, tal y como advirtió, «se puede agudizar» de prolongarse en el tiempo.
Benavente, en la acto en el que cedía el testigo como presidente de Femebur al director ejecutivo (CEO)de Hiperbaric, Andrés Hernando, tomó la palabra como empresario del sector de la automoción y no restó importancia a la situación ni al hecho de que el grueso de los empleos destruidos puedan ser eventuales. «Los trabajadores tienen la misma consideración en la empresa. Tanto el número uno del libro de matrícula como el que ha entrado hace 15 días o un mes».
El líder de la patronal lamentó que «en este momento lo concesionarios no tienen pedidos de vehículos diésel» y relató que esa «acción-reacción» provoca que tampoco lleguen a los grandes fabricantes. Lo que, por extensión, se traslada «a los proveedores y a los TIER 2 y 3 (los siguientes en la cadena de suministro)».
Recordó que una empresa tractora (cualquier gran firma del automóvil) genera por cada empleo directo otros 5 indirectos y que en España se fabrican al año 1,2 millones de vehículos diésel. Lamentó que a esta crisis, motivada por el cambio de normativa en materia de emisiones y por las declaración del Ejecutivo central contra este combustible, se le suma «la última patochada de que vamos a andar todos en caballo». El líder de la patronal se refería al borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que contempla la prohibición de vender turismos diésel, gasolina o híbridos a partir de 2040 y su circulación desde 2050.
Aunque más prudente y confiado en que la situación se normalice y no se produzca ningún ERE, el nuevo presidente de Femebur, afirmó que «el sector se encuentra perplejo» y reconoció que hay «muchísima incertidumbre. Estamos preocupados». Lamentó que «la situación geopolítica no ayuda a que se vea un horizonte claro» y expresó su deseo de que «vuelva la confianza, o al menos la cordura».