Los buscadores de ideas

B.G.R. / Burgos
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El FIB nace como un espacio para generar propuestas que mejoren la vida de la ciudad. Está integrado por 15 personas que se reúnen semanalmente en el Colegio de Arquitectos

De una conversación a simple vista intrascendente o de un comentario que no reviste mayor importancia. En una charla entre amigos o en un saludo en el ascensor. Las ideas pueden surgir en cualquier lugar. Lo importante es que fluyan, se discutan e incluso se den forma para, en la medida de lo posible, plasmarlas y evitar que se queden en el olvido. Eso es lo que pretende El FIB, un foro de discusión formado por quince profesionales de distintos ámbitos que pretende ser un espacio de reflexión para debatir propuestas que mejoren la vida de la ciudad.

Surgido hace medio año en el seno del Colegio de Arquitectos, esta plataforma ciudadana, que adopta su nombre por su semejanza sonora al de El Cid, se presentará mañana a la sociedad burgalesa con una acción de calle denominada El muro de los agradecimientos. Durante ocho horas, una parte del muro de las riberas del Arlanzón, concretamente el que se sitúa debajo del puente de la Evolución, se destinará a colocar objetos personales que tengan un especial significado para sus propietarios. Para ello, se dispondrá una malla donde colgar los artículos y se emplearán pinzas de la ropa a modo de sujeción, evitando así dejar cualquier huella cuando finalice la actividad.

La acción será inmortalizada por cuatro fotógrafos, cuyos trabajos protagonizarán una exposición con fines solidarios. «Es una idea barata en la que queremos implicar a toda la sociedad para intentar lanzar un mensaje de optimismo y sustituir las vibraciones negativas por otras positivas. En definitiva, se trata de dejar de quejarse para empezar a dar las gracias», explica Fernando Mayoral, hostelero y miembro del FIB.

Porque una de las señas de identidad de este foro de discusión pasa por que todos los mensajes que salgan de él tengan un significado positivo en esa búsqueda para mejorar la ciudad desde distintos puntos de vista. Lo mismo vale una propuesta sobre el carril bici que otra sobre el arte. Todas ellas se cuelgan en internet (http://blog.elfid.eu) a la vista de todo aquel que quiera conocerlas, aportar su opinión o recogerlas para materializarlas.

En sus cinco meses de andadura son varias las propuestas surgidas. Una ellas tiene que ver con la Capital Española de la Gastronomía y la posibilidad de organizar una cena para un grupo limitado de personas en la que participaría un chef de Burgos junto a una estrella de la cocina nacional. La idea se debatió hasta tal punto que se eligió el monasterio de San Juan como lugar de celebración e incluso hubo empresas dispuestas a colaborar.Sin embargo, según explica Javier Santamaría, la iniciativa «se perdió en la burocracia».

A la cena se han sumado otros propósitos como la organización de un mercado de hortalizas, aprovechando «los numerosos espacios públicos que están en desuso»; plantar más árboles para conseguir que Burgos sea la primera ciudad de Castilla y León con menor huella ecológica, o aprovechar el carácter pionero que tiene la capital al haber sido elegida para implantar proyectos como la oficina judicial o el DNI electrónico. «Las grandes ideas están bien, pero lo que hace evolucionar a una ciudad son las pequeñas», sentencia Santamaría.