El Burgos Promesas Caja Rural juega esta tarde en el campo más difícil de la categoría: La Llanera. Así lo demuestran los números de La Bañeza en su casa esta temporada, donde ha logrado 8 victorias y tan solo ha cedido una derrota, ante el Mirandés B (0-2) en la tercera jornada de liga. Desde entonces, pleno de triunfos del conjunto leonés, el mejor como local del Grupo VIII de Tercera, condición que hoy, a partir de las 16.30 horas, tratará de conservar ante un cuadro burgalés que buscará el asalto a un feudo casi inexpugnable.

El encuentro llega en el mejor momento del curso para el BP Caja Rural tras encadenar cuatro semanas invicto y ganar sus últimos dos encuentros, ambos en Castañares, que le han llevado al duodécimo puesto en la tabla, 10 puntos por encima del descenso y a tan solo tres de su rival de hoy.

Enfrente tendrá un hueso duro de roer, sobre todo en casa, donde La Bañeza ha logrado 24 de los 29 puntos de su casillero que le colocan décimo en la clasificación. Ha llovido (y nevado) desde la derrota ante el filial mirandesista (14 de septiembre). Y tras aquel tropiezo, 7 partidos, 7 victorias, 18 goles a favor y tan solo uno en contra. Números espectaculares de un equipo muy físico que exhibe todo su potencial en su feudo.

Las condiciones del terreno de juego, que además estará embarrado y pesado, preocupan al conjunto burgalés, acostumbrado a las dimensiones y el estado de Castañares, pero que tendrá que adaptarse si quiere sacar algo positivo esta tarde.

Lo intentará tras una semana atípica de entrenamientos, condicionada por la nieve que ha impedido a los burgaleses trabajar en el terreno de juego, y sin piezas clave como Dani Aparicio, Marcos o Jairo, además de Raúl Corcuera. La baja del delantero será para largo, ya que una lesión en el dedo meñique le mantendrá fuera de los terrenos de juego cerca de dos meses. Un serio contratiempo en el aspecto ofensivo para los naranjas.