Grandes empresas donan el 60% de la comida del Banco

G.G.U. / Burgos
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El director de Recursos Humanos de Campofrío recogió ayer el título de socio de honor de la organización y afirmó que España es el sexto país de la UE que más alimentos despilfarra

Las grandes empresas y cadenas de distribución del sector agroalimentario aportan el 60% de la mercancía gestionada por el Banco de Alimentos de Burgos. Yde entre todas estas colaboradoras  destaca Campofrío, emblema de la industria burgalesa que ayer recibió el diploma de socio de honor por el apoyo desinteresado  desde la puesta en marcha de la entidad, hace ahora veinte años.

El director de Recursos Humanos de la cárnica, Eduardo Miguel Orense, recogió el distintivo y declaró que España es el sexto país de la Unión Europea que más cantidad de comida despilfarra al cabo del año: casi siete toneladas. «Y buena parte en los procesos de producción», dijo Miguel, recalcando que ese es uno de los motivos por los que Campofrío está tan vinculada a la organización. «Creemos que una correcta planificación y la colaboración con el Banco de Alimentos pueden ser clave». Desde que empezaron a colaborar, la firma ha aportado alrededor de 500.000 kilos de alimentos al Banco.

El agradecimiento público a la productora de embutidos de origen burgalés congregó a numerosas autoridades y voluntarios en la sede del Banco de Alimentos, que aprovechó la ocasión para abrir el programa con el que festejará sus veinte años en activo. Un aniversario en el que colaborará de forma estrecha el Ayuntamiento, según explicó ayer el alcalde, Javier Lacalle. En concreto, ya se ha acordado que la recaudación de los pañuelos de los próximos Sampedros se done al Banco y también que organizarán «algún concierto» en conjunto en el Teatro Principal. A esto se añadirá una campaña informativa en elementos del mobiliario urbano, probablemente a finales del verano.

El presidente del Banco, José Luis Herrero, aprovechó su intervención para recordar que la idea del Banco de Alimentos surgió en Estados Unidos en 1967, se implantó en París en 1984 y en Barcelona en 1989. A mediados de los noventa, trece personas dieron el paso de abrir delegación en Burgos y pusieron los pilares para que la entidad tenga hoy más de un millar de voluntarios y una trayectoria muy reconocida tanto en la capital como en la provincia.

Una relevancia en la que ha tenido mucho que ver la crisis económica, pero que se mantendrá el día en el que, por fin, pueda darse por finalizada. «Seguiremos luchando contra el despilfarro de comida», concluyó Herrero.