Algunos aún dormían los excesos de las fiestas de Santa Ana, cuando en la mañana de ayer varias explosiones perturbaron la tranquilidad del municipio de Peñaranda de Duero. «Se han oído muchas y todo se ha cubierto de un humo negrísimo», explicaron los vecinos frente a la nave agrícola que protagonizó el incendio.

Un suceso que provocó una leve intoxicación de humo a los dos varones, un padre y su hijo, que se encontraban trabajando en el interior cuando sucedieron los hechos en torno a las 11.30 horas. «No sabemos qué ha pasado, pero sospechamos que ha podido ser la chispa de una radial», aventuraba el hijo, visiblemente afectado.

De ser así, la llama podría haber entrado en contacto con diversos elementos inflamables almacenados en el lugar provocando el fuego que no logró parar las placas de uralita del interior. Al parecer, el fuego también alcanzó varios bidones de gasoil, causando los estallidos que provocaron el desprendimiento de grandes ladrillos del techo y pusieron en alerta tanto a los vecinos como a los Bomberos de Aranda, la Guardia Civil y el Servicio de Emergencias de Castilla y Léon 112.

Aunque los herido sí recibieron atención médica desecharon la oferta de ser trasladados al Hospital Santos Reyes. Así lo relató uno de ellos que, descamisado y con heridas superficiales, se afanaba en rescatar el material que no fue devorado por el fuego. «Por suerte no solemos guardar toda la maquinaria aquí», comentó, incluyendo en la lista de pérdidas un pequeño tractor y una furgoneta.