La apuesta por la producción tradicional, sin utilizar elementos químicos y favoreciendo la biodiversidad, está empezando a dar sus frutos. Los huertos ecológicos abastecen de verdura y hortaliza a más de una decena de comercios y establecimientos de hostelería de la ciudad, y también una distribuidora de Vitoria ha comenzado a trabajar con los productos del proyecto A huertas con la vida, que hace año y medio emprendió Cáritas con la colaboración del Ayuntamiento. Entre tanto, se está en trámites para que el grupo pueda tener su propio puesto en el mercadillo semanal.

El cultivo ecológico se ha convertido en una salida laboral para cuarenta desempleados, que son los que apostaron por este proyecto, iniciando desde cero una completa formación teórica y práctica para sacar el mayor partido a la tierra y capacitarse en emprendimiento y economía social.

Veintidós de ellos están todavía formándose en la parcela que el Ayuntamiento ha cedido a Cáritas a unos metros de las instalaciones del Club Deportivo Casco Viejo, mientras que otros 18, los que comenzaron esta aventura hace año y medio, han comenzado la fase de venta y comercialización para dar salida a la amplia producción de verdura y obtener un rendimiento económico. La idea es que el próximo año el grupo se ‘independice’ y conforme una cooperativa, dedicándose profesionalmente y de forma autónoma a vender sus verduras y hortalizas.

Mientras haya interés por este proyecto, continuará. Recientemente la Junta de Gobierno Local ha aceptado la justificación del convenio de colaboración suscrito con la ONG para la ejecución de este programa formativo en agroecología para emprendedores, mediante el cual cada una de las entidades aporta 20.000 euros anuales. Dicho convenio tiene una duración de tres años, prorrogables por periodos anuales hasta tres ejercicios más.