Jóvenes más conservadores e implicados con lo social

Ical-Agencias
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Un estudio del Centro Reina Sofía destaca la creciente tendencia de las personas de entre 14 y 25 años hacia los valores tradicionales, al tiempo que crece el interés por el tema público

Jóvenes más conservadores e implicados con lo social - Foto: Luca Piergiovanni EFE

La crisis ha transformado a los jóvenes en más conservadores y más implicados con lo público o lo social. Esa es una de las principales conclusiones a la que han llegado los responsables del estudio Jóvenes y valores sociales que ha elaborado el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, y que se presentó ayer en la sede de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).

De este modo, el estudio revela que los jóvenes españoles de entre 14 y 25 años «son cada vez más conservadores» en el sentido de que reivindican valores tradicionalmente considerados virtudes, tales como el esfuerzo, el ahorro, la honestidad o la prudencia, y «cada vez se muestran más implicados o dispuestos a comprometerse en lo colectivo».

Sin embargo, los responsables del estudio destacaron como dato negativo que el 56,1 por ciento de este colectivo considera admisible la pena de muerte para delitos muy graves.

Igualmente, del documento desprende que los adolescentes son tolerantes con conductas privadas, como el aborto o la adopción de hijos por parte de los homosexuales.

 El estudio, que fue presentado por el director general del Centro Reina Sofía de la FAD, Ignacio Calderón, su director técnico, Eusebio Megías y el catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Deusto y coordinador del trabajo, Javier Elzo, se basa en 1.003 entrevistas a jóvenes residentes en 82 localidades de toda España.

 En las encuestas se propuso a los chavales puntuar de uno a 10 el grado de admisibilidad de determinadas conductas sociales. El 43,9 por ciento situó la pena de muerte como poco o nada admisible (entre 1 y 4 puntos), mientras que un 17,4 la calificó de medianamente aceptable (valores de 5 y 6), y hasta un 38,7 por ciento la puntuó como completamente asumible (de 7 a 10 puntos). «El aumento de su aceptación viene de atrás», plantea Megía, que relaciona este posicionamiento con otra de las conclusiones del estudio: mayor deseo de seguridad y de un Estado fuerte que controle el orden público.

Este conservadurismo se acompaña asimismo de una mayor reprobación de conductas que hace seis años tenían más respaldo, como romper mobiliario urbano (inadmisible para el 93,3 por ciento) o conducir bajo la influencia del alcohol (92,2 por ciento).

Personas en quien confiar, buenas relaciones familiares, ganar dinero y éxito profesional son los valores que más del 93 por ciento sitúan en primer lugar.