Las ventas del mercadillo de Cruz Roja permiten ayudar a más de 450 familias

S. Rioseras / Aranda
-

Magdalenas, ropa, disfraces, vino -no podía faltar-, complementos de moda... Y gente, mucha gente. El rastrillo organizado ayer fue un constante ir y venir desde que abrieron las puertas de la sede de la asociación

Magdalenas, ropa, disfraces, vino -no podía faltar-, complementos de moda... Y gente, mucha gente. El rastrillo organizado ayer por Cruz Roja fue un constante ir y venir desde que abrieron las puertas de la sede de la asociación.
El que no encontró algo a su gusto fue porque no quiso. La tienda estaba a rebosar de todo lo que uno se pueda imaginar: pinchos para callar el estómago, chatos con los que entrar en calor o bisutería para tener un detalle o pegarse un capricho. Por haber, había hasta especialistas en marketing que colgaron carteles por la sala para llamar la atención del público.
Querían captar a los enamorados previsores con letreros de: «Compra el mejor regalo para San Valentín» y a los hijos con vistas a San José: «Acuérdate del día del Padre». Pero el más llamativo, sin duda, fue el de una muñeca acomodada sobre el regazo de un tigre colocado en una silla: «¡Hola, me llamo Renatta y mi ropa y complementos se venden!».
Todo estaba a la venta -hasta ella- por una buena causa: recaudar fondos con los que Cruz Roja pueda seguir ayudando a las familias en riesgo de exclusión de toda la comarca. «Más de 450», aseguró Agustín Escudero, vicepresidente de la entidad. 
«Esto ha sido posible gracias a lo que se ha recolectado en comercios y empresas que nos han cedido sus productos para poder venderlos y seguir apoyando a las familias más necesitadas», explica.
Escudero aclara que para optar a estas ayudas, el proceso está muy controlado a través de solicitudes y evaluaciones. Una vez justificada la necesidad, la aportación de Cruz Roja es muy diversa. «Entregamos alimentos, pero también damos ayudas económicas para el alquiler o para pagar la factura de la luz o medicamentos». Recuerda que otro de los ámbitos en el que se han volcado en los últimos meses ha sido la infancia: «Les damos desayunos que reparten los propios profesores en los colegios».
Aunque no se han marcado un objetivo, espera que la recaudación sea similar a los 20.000 euros del año anterior. Tienen hasta el próximo domingo para lograrlo.