«El congreso UISPP es un escaparate mundial para la arqueología española en el que la Fundación se la juega»

Gadea G. Ubierna / Burgos
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José María Rodríguez-Ponga (Secretario de la Fundación Atapuerca)

José María Rodríguez-Ponga, secretario de la Fundación Atapuerca. - Foto: Alberto Rodrigo

José María Rodríguez-Ponga nació en 1952 en Madrid. Es abogado y empezó a gestionar las visitas a los yacimientos en 1998, cuando todavía no existía la Fundación Atapuerca. Como secretario de esta institución, ha sido responsable de la organización del congreso de la UISPP.

José María Rodríguez-Ponga explica en una conversación telefónica que está «enganchado a Atapuerca» desde que en 1998 y, casi por casualidad, empezó a gestionar las visitas a los yacimientos a través de la Fundación Duques de Soria, de la que era secretario. Ese vínculo fue estrechándose con la Fundación Atapuerca asentada hasta el punto de que en 2010 lo nombraron secretario y, como tal, lleva tres años enfrascado en la organización del Congreso de la Unión Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas, que se celebrará en la capital la primera semana de septiembre.

¿Qué queda por hacer?

Lo esencial está hecho. Es decir, lo esencial es que los científicos concurran al congreso y lo han hecho masivamente. Las revistas científicas también han dado su apoyo a los contenidos de este congreso, que cuenta con 1.653 comunicaciones. Es una barbaridad, porque cada comunicación es un trabajo innovador de investigación que se presenta como primicia. Es importantísimo, porque detrás de estas comunicaciones hay unos 3.000 científicos y muy pocos días hábiles para poder comunicar esos trabajos, así que habrá 24 sesiones. Bueno, en realidad es que casi son 24 congresos.

Han tenido que hacer encaje de bolillos, entonces.

Absolutamente. Hemos contado con un grupo de personas del equipo de investigación de Atapuerca que han dedicado muchísimo tiempo e interés al cuadre de las sesiones. Y muchos de los que vengan al congreso tendrán que elegir entre dos sesiones en lugar de ir a las cuatro que les podrían interesar, porque se solapan. Era imposible, si no. Y teniendo en cuenta que hace sesenta años que no se celebraba en España, es un escaparate mundial de primer orden para la arqueología española. Por ese motivo, los arqueólogos responsables de los principales yacimientos de España han hecho una especie de informe previo, que se ha publicado en dos libros: uno sobre Prehistoria y otro sobre la Protohistoria en España. Ese esfuerzo de condensación de información no se había hecho en décadas, por lo que esos libros circularán durante mucho tiempo por las Universidades españolas.

El presupuesto del Congreso se estimó en 500.000 euros. ¿De cuánto será al final?

Me encantaría poder contestar a esa pregunta, pero en agosto han surgido del orden de cuarenta incidencias al día. Y la resolución de muchas de ellas tiene un reflejo presupuestario inevitable, por lo que aún no lo sabemos. Y hay que tener en cuenta que todavía se está inscribiendo gente. Ahora, ya han pagado la matrícula 1.300, pero puede que el día 1 se apunten más. Estamos preparados para recibir hasta otras 200 personas, lo hemos previsto para evitar ser desbordados. Pero creo que estará más cerca de los 600.000 euros que de la cantidad prevista en un comienzo.

La Administración aportará 160.000 euros...

Bueno, tenemos comprometidos por convenio 100.000 euros con la Junta. Ya ha adelantado 50.000 y el resto se abonará después. Esa es la única cantidad en efectivo, porque la colaboración del Ayuntamiento o de la UBU se puede valorar, pero no es dinero, no entra en el presupuesto del que hablábamos. Y hay que decir que la Universidad de Burgos se ha volcado desde el principio con este congreso. Ha sido una suerte, como también lo ha sido la aportación de la Junta. Bueno, El Corte Inglés también colabora con una pequeña cantidad.

Sí, es que la pregunta que iba a hacerle era si considera que la iniciativa privada está suficientemente implicada con Atapuerca.

Mucho. Es importante recordar que el 90% del presupuesto de la Fundación Atapuerca es de origen privado y el 10% público. Y entidades como Repsol, a través de su Fundación, patrocinan dos sesiones. Pero entidades públicas de naturaleza local como el Ayuntamiento de Arnedo, en La Rioja, patrocinan otra sesión. Indica el grado de concienciación con este congreso, que ha despertado mucho interés internacional. La directora general de la Unesco, Irina Bokova, ha aceptado formar parte del comité de honor por la importancia que tiene para la cultura universal. Y Bokova tiene rango de primer ministro. En el comité de honor se ubica inmediatamente detrás de la Reina de España, que es la presidenta.

Era la reina Sofía, ¿ha cambiado ahora?

No, el comité de honor lo preside la Reina de España como cargo. Sin perjuicio de que, como ya sabemos, la reina Sofía va a asistir uno de los días del congreso como interesada en la arqueología, no es una visita oficial. Es la presidenta de honor de la Fundación Atapuerca y le interesa mucho, estará como una congresista más.

¿Y se prevé que acuda la reina Letizia, como actual presidenta de honor?

No, ya se sabía que no podía venir por imposibilidad de agenda. El comité de honor lo presidirá Juan Vicente Herrera.

Volviendo al presupuesto, ¿por qué Arnedo?

Porque tiene un museo paleontológico muy interesante y una sala dedicada a Atapuerca, además de un interés muy grande por el yacimiento. Pero llama la atención. E insisto en que el mayor esfuerzo económico en la organización de este congreso lo soporta la Fundación Atapuerca, cuyo capital es privado en un 90%.

En alguna ocasión se llegó casi a tirar la toalla ante la aparente falta de implicación con este evento. ¿Qué ha sido lo más complejo?

Hace dos o tres años todos teníamos la sensación de que la crisis no iba a tener fin, era una fase tan pesimista en la que pensábamos que estaba condenado al fracaso. Sin embargo, fue determinante el compromiso personal del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que aseguró a los codirectores que se iba a apoyar económicamente. Y determinante fue también que Viajes El Corte Inglés, desde su área de congresos, viera que era viable. Y no solo eso, ellos vieron que este congreso era negocio, así que entonces nos dimos cuenta de que estábamos siendo pesimistas y que podía salir adelante. Si ellos aceptaban jugársela, nosotros también.

Muchas veces se ha dicho que el Congreso generará beneficios a largo plazo, pero, ¿y a corto?

Pues hay que pensar que habrá congresistas que vendrán acompañados y que estas personas pasearán por las calles de Burgos como cualquier turista más. Y a las ocho de la tarde acaban las sesiones y harán uso de bares y restaurantes. Eso es lo que se va a notar. Y va a haber un acto científico público y gratuito, al que pueden acudir los burgaleses. Una conferencia pronunciada por el doctor José Luis Lanata, que es la máxima autoridad mundial en migraciones humanas prehistóricas.

Y es muy importante, porque una pregunta frecuente es cómo llegaron los anteccesor a Burgos. Si los humanos salimos de África y, como dicen los expertos, por el Estrecho de Gibraltar no se podía cruzar, ¿cómo llegaron a Burgos?

Han reservado un día para que los participantes, procedentes de los cinco continentes, puedan conocerse y hablar, pero en el que también habrá excursiones, ¿qué sitios de la provincia visitarán, además de los yacimientos?

Muy variados. En la provincia de Burgos son una veintena, pero también hemos buscado destinos en Valladolid, Soria, Cantabria e incluso Madrid. Y, por ejemplo, la excursión a Ojo Guareña fue la primera que se bloqueó: se abrió y se llenó de inmediato. Pero el día libre lo usan para hablar entre ellos, porque pasará tiempo hasta que vuelvan a tener ocasión. El próximo congreso de la UISPP será en 2017 en Melbourne (Australia) y, al menos para los europeos, es mucho más difícil desplazarse. Y la próxima reunión en Europa será en 2020, falta mucho tiempo.

Se habla de los beneficios que traerá este evento a la ciudad, ¿pero qué supondrá para la Fundación Atapuerca como organizadora?

Si la Fundación Atapuerca consigue que este congreso salga bien, y va a salir bien, lo que demostramos es una capacidad organizativa muy potente.

¿Y de qué manera lo pueden aprovechar a la hora de difundir los resultados de Atapuerca o incluso de conseguir financiación?

La tarea diaria de la Fundación es gestionar las visitas y lo está haciendo con un grado de excelencia creciente. Y el trabajo científico es importante en la medida en la que se transmite a la sociedad, que debe ser la principal beneficiada. Y con respecto a la financiación, esa es la asignatura pendiente de la Fundación Atapuerca. Tenemos un 90% de capital privado, algo muy importante siempre, pero sobre todo en un momento de crisis como este en el que muchas otras fundaciones se han quedado sin presupuesto regular. Atapuerca no ha sufrido esa falta en ningún momento pero, en cambio, no tenemos financiación internacional. Empresas no españolas o no vinculadas a España no las hay, no tenemos patrocinadores internacionales y, en ese sentido, este congreso sí puede marcar un antes y un después. Atapuerca es muy conocida, pero la Fundación quizá no tanto.

La internacionaliza.

Sí, con este congreso la Fundación se presenta ante la sociedad internacional. Al exterior ya ha salido mediante exposiciones puntuales o en colaboración con los centros del Instituto Cervantes, pero en este congreso nos presentamos ante los especialistas de todo el mundo. La Fundación Atapuerca se juega mucho con este congreso.

El convenio para gestionar las visitas vence el próximo septiembre. ¿Qué pasará después?

Tiene una cláusula de prórroga que entra en juego de inmediato porque ahora no tenemos tiempo para ponernos a negociar. Y cuando venza el próximo 14 de marzo, hay otra posible prórroga automática. Pero tanto en la Fundación Siglo como en la de Atapuerca tenemos claro que antes de marzo tiene que estar cerrado el nuevo marco de referencia para la gestión de las visitas.

¿Y qué fue de la propuesta de la Fundación para responsabilizarse de los centros de recepción de visitantes de Ibeas y Atapuerca?

Ese es un tema que sigue en el aire, porque quien tiene que decidirse sobre eso es la Junta, que es la titular. Si nos pide que nos encarguemos, lo estudiaremos con cuidado porque es una responsabilidad y tenemos que estar seguros de poder sacarlo adelante con éxito. La Fundación no es una empresa, está prohibido comprometer la viabilidad de las fundaciones, así que tenemos que estudiar con cuidado las condiciones y decidir en consecuencia.

En el Sistema Atapuerca, además de los yacimientos, entra el MEH, la Fundación Siglo y la Fundación Atapuerca, lo cual lleva a confusión. ¿Cuál es el objetivo de la Fundación Atapuerca dentro de este engranaje?

Cuando antes he dicho que hay que buscar un nuevo marco de referencia en relación a la gestión de las visitas , me refiero a esto entre otras cosas, a que hay que aclarar esta confusión. Hay quien viene a la Fundación a preguntarnos por qué hemos construido unos centros de recepción tan grandes para recibir a los visitantes, porque aunque no tengamos nada que ver en eso, somos a quienes nos ven la cara en los yacimientos. En las bases del Sistema Atapuerca, Cultura de la Evolución, la Fundación Atapuerca es entidad colaboradora, pero hay mucha indefinición y eso no es bueno para la opinión pública ni para el visitante. Todos estamos en el mismo barco, pero es cierto que hay confusión. En cualquier caso, la Fundación es una entidad privada y la Junta es Administración pública y uno de nuestros patronos. Y la tercera derivada son las excavaciones, porque los responsables son los tres codirectores: ni la Junta ni la Fundación. Es un conglomerado complicado.

Y después de años de gestión de las visitas y de organizar este evento internacional, ¿cuál debería ser el siguiente paso de la Fundación?

Yo aquí diría lo de ‘vamos partido a partido’. Lo primero es sacar adelante el congreso, es el horizonte inmediato y, después, definir un nuevo marco de referencia para la gestión de las visitas. El cometido de la Fundación es promover la investigación científica en torno a los yacimientos de Atapuerca, para lo cual hay que mantener el apoyo a la formación de nuevos doctores y a los trabajos de investigación postdoctorales. Es decir, las excavaciones no las dirige la Fundación, pero la Fundación Atapuerca hace que las excavaciones funcionen bien.