Los responsables de Nuclenor reiteran cada vez que tienen oportunidad que están dispuestos a «reconducir» la situación y «solicitar la renovación» del permiso de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña. La coletilla que viene después es «siempre que se despejen las incógnitas en torno a la viabilidad económica de la central nuclear» o lo que es lo mismo, que el Gobierno haga pública la reforma energética y los nuevos impuestos que prepara para las eléctricas, especialmente para las nucleares e hidroeléctricas. Según distintas fuentes, la fórmula legal más factible para reconducir la situación es la de recurrir por la vía administrativa la decisión del Ministerio de Industria de denegar una prórroga solicitada por Nuclenor el pasado 14 de agosto para extender dos meses más, hasta el 5 de noviembre, el plazo de solicitud de un nuevo permiso de explotación entre 2013 y 2019.

El Ministerio denegó a Nuclenor esa posibilidad el pasado 4 de septiembre tras recibir el 31 de agosto un informe del Consejo de Seguridad Nuclear que desaconsejaba ampliar el plazo porque «afectaría negativamente» al rigor de las inspecciones necesarias para la renovación de la licencia. Teniendo en cuenta que el plazo para presentar un recurso de reposición ante el Ministerio de Industria es de 30 días, la fecha del 4 de octubre es el horizonte más probable para que se aclare la incertidumbre que ahora viven los cerca de mil trabajadores directos e indirectos que dependen de Santa María de Garoña. Si Nuclenor recurre seguiría habiendo una posibilidad de continuidad que dependería otra vez del CSN y de la contestación de Industria al recurso. De lo contrario, solo cabría acudir a la vía judicial y al contencioso administrativo antes del 4 de noviembre, algo poco probable.

Mientras tanto, se siguen sucediendo las declaraciones sobre la decisión de las empresas propietarias de Garoña y Nuclenor, Iberdrola y Endesa, de no solicitar la renovación de su permiso de explotación en el plazo que concluía el pasado día 5.

Prudencia

El presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, manifestó ayer que la continuidad o no de Santa María de Garoña  responde a «una voluntad empresarial» y recordó que la «voluntad política se ha cumplido, dando los pasos para revocar una orden ministerial de cierre que sí era política». Admitió desconocer «si hay retorno o no, pero sí la pediría a la empresa que no hable de futuribles, porque si en cualquier empresa se plantea que en el año 2014 habrá o no impuestos la cuenta de resultados es distinta a la que inicialmente había previsto». En este sentido, el presidente provincial pidió a Nuclenor «un esfuerzo de valoración y que recapaciten esa decisión puramente empresarial de cierre». Asimismo, apeló a la «prudencia», porque considera que puede existir alguna posibilidad para que la empresa reconsidere su postura.

Por otro lado, Comisiones Obreras exigió que se reactive el Plan de revitalización económica del entorno de Garoña y se convoque el Consejo para la Dinamización de la Economía y el Empleo de Garoña, órgano de participación creado para el seguimiento del plan, que nunca se llegó a reunir salvo para su constitución en 2009.