El fraude fiscal en Burgos quintuplica la inversión del Estado para este año

G. Arce / Burgos
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En la provincia permanecen más de 1.300 millones de euros ocultos al fisco, a los que habría que sumar otros 686 millones en trabajo sumergido que no cotizan a la Seguridad Social

Los paraísos fiscales y los bienes ocultos son las principales vías para esquivar al fisco. - Foto: DB

Si la amnistía fiscal anunciada esta semana por el Gobierno permitiese aflorar todo el dinero negro  que los burgaleses ocultan de una u otra forma al fisco, se podría multiplicar por más de cinco la partida de 238 millones de euros que los Presupuestos Generales de 2012 han reservado para inversiones en la provincia. Es una manera de cuantificar los más de 1.346 millones de euros que se mueven en el patio trasero de la economía local, a los que habría que sumar otros 686 millones en trabajo irregular que tendrían que cotizar a la Seguridad Social y no lo hacen.

Estamos, como todo lo que rodea a la economía sumergida, ante una mera estimación de lo que se oculta a la administración tributaria para no pagar impuestos. En este caso, las cifras proceden del estudio realizado por el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) sobre datos económicos de 2009, que sitúa el peso de la economía sumergida en Burgos en torno al 21,3% del PIB provincial.

Basándonos en este porcentaje no somos ni mejores ni peores contribuyentes que el resto de los españoles, donde la ‘caja b’ ronda entre el 21 o el 23 por ciento del PIB nacional, dependiendo del organismo que lo cuantifique, lo que en cifras absolutas puede estar en torno a los 240.000 millones de euros, una cifra muy crecana a los 275.336,5 millones de euros del presupuesto consolidado del Estado para el presente ejercicio.

Escondites

La lectura en detalle del real decreto-ley que regula la amnistía fiscal puede dar pistas sobre la ubicación de una buena parte de los 2.000 millones de dinero negro que esconde los burgaleses: bien en paraísos fiscales (países donde no se tributa) o en bienes ocultos (no declarados en el Impuesto de Sociedades, el IRPF o el IVA). En el primer supuesto, el dinero quedaría regularizado mediante su declaración y el pago de un 8% a la Agencia Tributaria; mientras que en el segundo caso, se puede presentar un declaracióne extraordinaria para legalizar la situación, que no conlleva sanción  aunque sí se tendría que pagar un gravamen equivalente al 10%.

El plazo para aflorar este capital sin mayores castigos finaliza el próximo 30 de noviembre. El Ministerio de Hacienda confía que con la amnistía fiscal salgan a la luz 2.500 millones, el 1% de la economía sumergida nacional, lo que, en el caso de Burgos, supondría unos 20 millones de euros.