Recuperado del olvido

Angélica González / Burgos
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La incorporación de su sobrino-nieto Félix como académico de la Fernán González hace un mes trajo al presente la vida y obra de Víctor Escribano, médico, historiador de la Medicina y fundador del periódico granadino Ideal

Dice José Manuel López Gómez, director de la Institución Fernán González, que son muy pocos los burgaleses que sabrían decir con precisión quién fue Víctor Escribano a pesar de que tal apellido no resulte en absoluto desconocido pues tan ilustre médico, que ejerció entre finales del siglo XIX y la primera mitad del XX, es tío-abuelo de los políticos Luis y Víctor Escribano y del arquitecto Félix Escribano. De hecho, fue en la contestación al discurso de este último en su toma de posesión como académico de la Fernán González, el pasado 10 de junio, cuando López Gómez recordó su figura, muy olvidada, a pesar de que fue decano de la Facultad de Medicina de Granada, pionero en la Historia de la Medicina y fundador del periódico granadino Ideal.

Nacido en Pedrosa del Príncipe en 1870, siempre ejerció su vida profesional fuera de Burgos -primero en Santiago de Compostela y luego en Granada- aunque no perdonaba un tiempo anual de vacaciones en su pueblo donde atendía, según López Gómez «a un considerable número de enfemos de la comarca que iban en caballerías y en carros a consultarle sus dolencias».

Porque Escribano, catedrático de Anatomía Descriptiva y Embriología, era un trabajador infatigable: «Antes de las 8 estaba de riguroso chaqué en el aula donde impartía clases, hacía preguntas y aclaraba conceptos; luego pasaba a un rudimentario quirófano para proseguir con los aspectos prácticos de la enseñanza y por la trde daba claes de  diseción e impartía cursillos monográficos sobre temas que le solicitaban los alumnos». Pronto compaginaría toda esta actividad con «una larga y relevante» producción histórico-médica, de la cual la conferencia dictada en el Ateneo Médico Escolar en 1901 La anatomía y los anatómicos españoles del siglo XVI es tan solo el inicio.

Víctor Escribano estuvo también ligado a la obra del Padre Manjón, otro burgalés en Granada, de cuya salud se ocupó sin descuidar también las de los alumnos de las Escuelas del Ave María que fundara Manjón, de cuyo patronato fue presidente.

Toda esta labor no le impidió adentrarse en el mundo periodístico. En 1931 atendió a las peticiones de ayuda que le llegaron para reflotar el periódico local de Granada La Gaceta del Sur, que fue destruido en 1931 y, en palabras de López Gómez, «se comprometió a prestarla siempre y cuando se diseñase un periódico moderno; lo puso bajo la tutela de la Editorial Católica, que se hizo cargo del nuevo diario Ideal, al que Escribano permaneció vinculado como consejero  hasta su muerte». Ésta fue en1960 sin que Burgos le hiciera un reconocimiento, para desesperación de Ismael García Rámila, presidente de la Fernán González en esa época, que desde estas mismas páginas pidió «un cálido homenaje a que sus merecimientos y su hombría de bien le hacen acreedor», que nunca se produjo.