Un matrimonio leonés y sus dos hijas fallecieron el sábado por la tarde en un accidente de avioneta ocurrido en la Sierra de Cuenca a causa del impacto contra un buitre, tal y como confirmaron a Ical fuentes de la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha, quienes recordaron que el suceso se produjo en un lugar de difícil acceso cuando el aparato realizaba el trayecto entre el aeródromo de Muchamiel (Alicante) y el de Pajares de los Oteros (León), donde la familia tenía previsto aterrizar a las 17.42 horas.

Tras varias horas de incertidumbre en las que se pensaba que a bordo de la avioneta viajaban solamente, según el plan de vuelo, el padre, Rogelio Fernández, empresario de la construcción y uno de los fundadores del nuevo aeródromo de Los Oteros, y una de sus hijas, finalmente se esclareció que los cuatro componentes de la familia habían subido al aparato, un extremo investigado durante el día de ayer en el lugar de los hechos, y que a última hora de la mañana confirmaron a la Agencia Ical responsables de la investigación a la familia.

Con todo, las fuentes oficiales mantienen la cautela y destacan que de los restos humanos localizados en el lugar «se desprende que en el siniestro podrían haber fallecido cuatro personas, posiblemente, todos ellos miembros de una misma familia, quedando pendiente su identidad».
El trágico suceso ocurrió en una zona de difícil acceso, en un paraje denominado ‘Cerro de Los Rabadanes’, en las proximidades del embalse de La Toba, en la localidad de Beamud, pedanía de la capital conquense. Tanto Fernández, muy conocido en la provincia, como su esposa, contaban con unos 50 años de edad; mientras que sus hijas tenían 25 y 23 años.

Fuentes familiares consultadas por este medio confirmaron que ni la madre ni la otra hija, que en principio al parecer iban a regresar a León en coche, respondieron a las llamadas desde que se produjo el accidente.

En las labores de investigación del suceso trabajaron durante la jornada de ayer agentes de la Guardia Civil, de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial y miembros del Instituto de Medicina Legal, además de un equipo de la Guardia Civil experto en catástrofes, así como bomberos del puesto de Motilla del Palancar (Cuenca), un helicóptero de apoyo de la benemérita y un equipo de avión civil especializado.

Originarios de La Bañeza. La localidad de La Bañeza (León), de donde procedían, se encuentra de nuevo de luto tras el fallecimiento del policía nacional Isidro Gabino San Martín Hernández en Afganistán el 11 de diciembre. Según confirmó a Ical el alcalde de La Bañeza, José Miguel Palazuelo, en el plan de vuelo figuraban tan solo dos personas y no contemplaba a la mujer y a otra hija del matrimonio. Sin embargo, «cambiaron a última hora» y los peores presagios se confirmaron cuando «ninguno cogía el teléfono», siempre según el regidor Palazuelo, tras recibir la notificación por parte de un familiar.

La noticia ha supuesto «un palo» para la localidad, donde se estudian las muestras de condolencia que se adoptarán. Palazuelo recordó a esta familia, y en especial a Rogelio Fernández, como un empresario «muy conocido y emprendedor» que por encima de todo era «una gran persona» que trabajaba «en muchos proyectos».

Dos días de incertidumbre. A las 16.58 horas de ayer el Centro de Operaciones de la Guardia Civil de la Comandancia de Cuenca recibió una llamada procedente de los Servicios de Emergencia 1-1-2, que avisaba de un posible accidente aéreo cercano a la localidad de Beamud (Cuenca). Ante estos hechos se trasladaron hacia la zona varias patrullas de la Guardia Civil, que de las primeras gestiones llevadas a cabo concluyeron con la localización de una avioneta siniestrada en el paraje denominado Cerro de los Rabadanes.

Posteriormente se desplazaron hasta el lugar varios agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil con el objeto de llevar a cabo las investigaciones, de las que en un primer momento se pudo comprobar que se trataba del accidente de una avioneta y que no había supervivientes.

La aeronave era marca Sotoca Tobago, modelo TB-20, correspondiente a una avioneta monomotor de cuatro plazas y con cinco horas de autonomía de vuelo, que suele dedicarse para el aprendizaje o para recreo turístico.