La autopista y la mayoría de vías estatales ganan tráfico por primera vez desde 2007

H. Jiménez / Burgos
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Rompen la tónica de la crisis. La AP-1 vivió un crecimiento del 1,88% mientras la circulación creció también en 7 de las 12 principales nacionales y autovías

La autopista AP-1 (en la imagen, a su paso por Pancorbo) solo perdió usuarios en tres de los últimos 12 meses, en contra de lo que venía ocurriendo a lo largo de toda la recesión económica. - Foto: Tomas Alonso

La recta final del año ha confirmado la tendencia que se vislumbraba ya desde la primavera y que se traduce en uno de los ‘brotes verdes’ clásicos que se llevaban esperando mucho tiempo. El tráfico en la mayoría de las principales carreteras de la provincia de Burgos creció por primera vez desde el año 2008, y el incremento afectó también a la autopista AP-1.
En este último caso, quizás el más significativo por cuanto tiene de valor añadido el hecho de que sea una vía de peaje, el crecimiento quedó fijado en un 1,88% según los datos que acaba de hacer públicos el Ministerio de Fomento. La intensidad media diaria en esta vía pasó de los 17.586 a los 17.918 vehículos durante el ejercicio recién concluido, un dato que supone la ruptura de la tendencia negativa que se había acumulado durante 6 ejercicios consecutivos.
La tímida subida tuvo como principal causante a los vehículos ligeros que suponen el 85% de la autopista pero se extendió también a los pesados, cuyo movimiento está todavía más relacionado con la actividad económica. Así los camiones crecieron un 1,71% respecto al año anterior.
Pese al crecimiento, la utilización de la autopista queda todavía lejos de los 23.189 que registró como intensidad media en 2007, año récord. De hecho, el entorno de los 18.000 en los que se mueve ahora eran cifras propias de los años 2002-2003. Y solo desde el año 2011, en los últimos cuatro ejercicios de los que el Ministerio de Fomento detalla datos en su página web, la autopista ha perdido un 9,65% del tráfico y un 16,58% en el caso de los camiones.
La AP-1 cimentó el crecimiento del tráfico en los meses de enero-febrero, abril, julio-agosto y diciembre. En todos ellos el crecimiento estuvo por encima del 1,5% (y en el caso de abril llegó al 24% por efecto del calendario de la Semana Santa que en el ejercicio anterior cayó en marzo). Hubo también mínimos crecimientos por debajo del 1% en mayo, junio y noviembre. Y frente a esta tónica general ascendente los meses de marzo, septiembre y octubre presentaron datos negativos.
El director general de AP-1 Europistas, César Canal, apunta a que la evolución mensual responde a cuestiones estacionales como la presencia o no de fiestas o puentes y subraya que lo importante es la tendencia general, «aunque todavía hablamos de un crecimiento muy pequeño, que no es tan reseñable por la cifra en sí sino por el cambio que supone». 
 
Menos camiones. Respecto al menor crecimiento de camiones, Canal lo interpreta como «señal de que la recuperación es lenta y tardaremos muchos años en ver las cifras que teníamos hasta 2007, el año del récord». De momento, el arranque de 2015 también está en signos positivos, dice el director  de la autopista: «Mantiene una misma línea de ligero crecimiento aunque la nieve de los últimos días podrían acabar afectando al total de desplazamientos».
En comparación con el resto de autopistas españolas la AP-1 creció por debajo de la media nacional, situada en el 2,39% y que también supuso el primer ascenso desde que comenzó la crisis económica. Si analizamos las vías de peaje que discurren por Castilla y León los resultados de la Burgos-Armiñón quedan en un término medio, a caballo entre la subida del 5% de la Segovia-San Rafael o el 2,53% de la Ávila-Villacastin y la caída del 1,37% que registra la León-Astorga o del 0,60 que presenta la León-Campomanes.
En comparación con otro referentes cercano y que muchos burgaleses conocen como usuarios, el crecimiento de la autopista que comunica la capital burgalesa con el País Vasco está ligerísimamente por encima del 1,70% alcanzado en la Bilbao-Zaragoza.