La iniciativa del Ayuntamiento de Gumiel de Mercado de derribar el actual frontón de la localidad ante el estado en el que se encuentra el frontis, agrietado e inclinado, se ha topado con la opinión de un grupo de personas, 26 en total, que piden que los problemas de estabilidad se resuelvan «de otra manera manos drástica» ya que esta construcción podría tener una antigüedad de cuatro siglos. «El de Gumiel de Mercado es uno de los raros ejemplares antiguos que van quedando en Castilla y León y por eso merece ser conservado», asegura Jaime Nuño, el firmante principal de la carta y promotor de esta llamada de atención, que al igual que el resto de los firmantes tiene una fuerte vinculación con el pueblo «bien por que hemos nacido ahí, porque vamos a menudo o porque son personas casadas con alguien del lugar y van con frecuencia», puntualiza Nuño en respuesta al alcalde, que declaraba a esta redacción que en el escrito que había recibido «solo figuran dos o tres vecinos».

La petición de que se busque una alternativa arquitectónica al derribo se asienta en la más que justificada datación de este juego de pelota, que según Jaime Nuño podría haberse construido en la primera mitad del siglo XVII. Este gomellano es director del Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico y lleva décadas trabajando en proyectos de conservación y puesta en valor del patrimonio de la región. «Puede parecer poco importante, pero lo mismo pasó hace tiempo con los lagares, que se fueron derribando todos y ahora nos parece un error patrimonial, habida cuenta de la relevancia que ha tomado ahora la cultura del vino», pone como ejemplo Jaime Nuño.

El promotor de esta carta que busca conservar el patrimonio de los gomellanos destaca que este juego de pelota cuenta con dos elementos característicos de la arquitectura de hace cuatro siglos: «el escudo de la villa, con una tipología que incluso podría remontarse a finales del XVI, y el remate en una moldura plana, típica de la arquitectura llamada herreriana, y que es muy propia de esos años» para justificar su datación y recuerda que existe una la legislación sobre protección de los escudos, emblemas, piedras heráldicas, rollos de justicia, cruces de término y piezas similares para su conservación.

Además, ante la sospecha del alcalde gomellano de que su carta esconda «temas políticos», Nuño niega de plano esta interpretación, asegurando que, incluso, descartó a algunos posibles firmantes para que no se malinterpretase la intención de este toque de atención.