La restauración del retablo de El Almiñé concluye tras 24 años

A. Castellanos / El Almiñé
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La pieza renacentista fue enviada a los talleres de la Diputación de Burgos en 1988

La firma Batea Restauraciones está realizando el montaje del retablo por encargo de la Diputación. - Foto: A.C.

Muchos en el pueblo temían que nunca volverían a ver completo el retablo renacentista dedicado a San Nicolás que hasta 1988 ocupó el altar mayor de la iglesia románica de El Almiñé, en el Valle de Valdivielso.En septiembre de aquel año viajó a Burgos para ser recuperado en el taller de restauración de la Diputación Provincial. El alcalde de la localidad, Jesús Arce, se llegó a apostar con un vecino un cordero a que el retablo iba a regresar al templo y ahora, «muy satisfecho, porque por fin se podrá ver en todo su esplendor», asegura que se va a cobrar aquella apuesta que ha ganado. Técnicos de la firma Batea Restauraciones y el restaurador de la Diputación Provincial, Félix Alonso, trabajan esta semana en el montaje de la obra, datada hacia 1530. El sábado estará instalado por completo.

Muchos factores han retrasado la restauración de esta pieza, en la que la Diputación Provincial ha realizado una inversión que puede rondar los 100.000 euros, según los primeros cálculos. El trabajo ha sido realizado exclusivamente por una sola persona, el único restaurador de la Diputación, que al tiempo que se ocupaba del retablo de El Almiñé tenía que realizar otros encargos. Pero lo que destaca este profesional es el «grave deterioro» que sufría el retablo y lo «difícil» que ha sido el trabajo.

En el siglo XVIII sufrió un incendio parcial. Pero lo más grave era que las termitas prácticamente habían devorado su estructura y ha sido necesario añadir casi un 60% de madera nueva en ella para rellenar las galerías abiertas por este insecto. El retablo era un gigante con pies de barro que a principios de los ochenta ya dio un susto cuando en medio de una misa, una de sus piezas se desprendió y casi hiere al sacerdote. Fue entonces cuando se decidió buscar una solución y mientras llegaba, parte del retablo se desmontó y se guardó en en una nave lateral de la iglesia, donde «el agua caía a chorros», relata el restaurador.

En 1988 se trasladó a Burgos tras el acuerdo alcanzado entre la parroquia y la Diputación, pero Jesús Arce recuerda como en la Diputación valoraron no afrontar la restauración, una vez que estaba en Burgos y comprobaron su mal estado. Finalmente se decidió abordar el trabajo, que Félix Alonso retomó en 1996 tras incorporarse de una larga excedencia. Desde entonces ha restaurado el retablo con un lapsus de otros dos años que se perdieron, porque tras el traslado de la pieza desde la iglesia de San Esteban hasta las instalaciones de la Diputación en San Agustín, el restaurador carecía de elementos indispensables para continuar el trabajo por falta de equipación de las instalaciones.

Ahora, Estrella Torres, la guía del templo, podrá mostrar la iglesia románica con su retablo al completo. Atenderá a los turistas hasta el 4 de septiembre y después los fines de semana.