El fuego calcina una de las naves de Prosider en el polígono de Gamonal

I. Elices / Burgos
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La empresa fabricaba el 10% de su producción -polvos isotérmicos para la siderurgia- en la zona afectada, donde ha parado la actividad. Las llamas destruyeron una de las máquinas

Los bomberos utilizaron la autoescala para verter agua sobre la nave desde las alturas. - Foto: Valdivielso

Polígono de Gamonal, calle de la Bureba, un espeso humo saliendo de una de las fábricas allí asentadas... Eran las 14 horas de ayer y el fantasma de Campofrío volvía a sobrevolar el complejo industrial. Por suerte el incendio no fue tan virulento y la planta de Prosider Ibérica (ahora se llama Sibibur) se salvó de la catástrofe. Aun así, las llamas calcinaron una de las naves, la denominada de áridos, donde se fabrica el 10% de la producción de la firma, los denominados polvos isotérmicos. En esta zona trabajan a diario cuatro de los 35 empleados de la empresa y el siniestro ha obligado a detener allí la actividad. Por suerte, el fuego destruyó solo una de las máquinas, si bien el interior de ese inmueble quedó destrozado, según indicaron a este periódico.

El incendio se inició poco antes de las 14 horas al arder un producto altamente inflamable que utilizan para elaborar componentes para la industria siderúrgica y la fundición. Al parecer, la chispa de una radial pudo entrar en contacto con ese material, lo cual causó las llamas. Por fortuna, los dos trabajadores que se encontraban en ese sector de la factoría se percataron a tiempo de la presencia de humo y acudieron a avisar rápidamente a los compañeros que estaban en las oficinas y en las otras naves. Desalojaron la empresa en tiempo récord y telefonearon al parque de Bomberos. Mientras llegaban intentaron sofocar el fuego con sus propios medios. Desplegaron una manguera pero desistieron de su propósito, ya que los gases eran altamente tóxicos. Ninguno de los empleados hubo de ser atendido, ni por quemaduras ni por inhalación de humo.

Los bomberos llegaron poco después y dieron con el foco del fuego a los pocos segundos, «ya que las llamas estaban muy localizadas», según explicó el jefe del destacamento, Javier San Millán. Con todo, la extinción «fue complicada», pues se estaban quemando unos palés «impregnados de un producto que reacciona con el agua».

Por ese motivo tuvieron que utilizar también extintores, lo que les permitió controlar el incendio en no muchos minutos. De hecho, si el siniestro comenzó a las 14 horas, a las 15 ya no quedaba en la empresa ninguna de las dos dotaciones que se desplazó.

En las labores de extinción los bomberos tuvieron que utilizar máscaras y bombonas de aire, ya que ese mismo material que impedía el uso del agua era tóxico tanto por inhalación como en contacto con la piel.

El sargento al mando destacó el hecho de que los trabajadores «avisaran pronto», algo que posibilitó la rápida llegada de los bomberos. Según estimó, «los daños no fueron cuantiosos», aunque advirtió de que habrá que esperar al balance que haga la compañía.

Desde la empresa informaron de que no es la primera vez que sufren un percance en esa zona de la fábrica, aunque no tan grave. En esa ocasión, el incendio también se produjo por el contacto de una chispa con los polvos isotérmicos, altamente inflamables.