Unas reformas en el césped de Anduva harán que mejore el drenaje

G.A.T. / Miranda
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Además se va a alargar el campo para llegar a los 105 metros y se moverán las porterías

El césped del Estadio Municipal de Anduva puede presumir de ser uno de los mejores de la categoría, y no es una apreciación del que escribe, sino de los profesionales que en él juegan, ya que en general los elogios al estado del terreno de juego son habituales tanto por parte de los futbolistas locales como de los visitantes, y eso que el emplazamiento en el norte del país no es el ideal para su conservación debido a los rigores del invierno.

Para lograrlo hay un trabajo constante, pero en verano, se aprovecha para hacer un profundo tratamiento que en este año se ha ampliado con algunos procesos extras que pretende mejorarlo. José Mas, responsable del césped de Anduva, explica cómo se llevan semanas trabajando. Primero se ha hecho un escarificado. «Se trata de cortar la hierba mala y algunas raíces y eliminarlas», dice.

Después se pincha el terreno de juego y se echa una capa de arena, pero este año se ha procedido a hacer un rajado, consistente en abrir unas pequeñas hendiduras en todo el terreno para mejorar el drenaje en la temporada. «Se hace de lado a lado, con una separación de 30 centímetros entre las rajas que son de unos 12 ó 13 centímetros», detalla Mas. En estas rajas se vierte arena y el crecimiento de las raíces y la hierba hace que se cierren como si de una cicatriz se tratara.

Se pretende así mejorar sensiblemente la capacidad de evacuación de agua del campo, que es uno de los problemas que se han detectado. «Esperemos que así no se quede tanta agua», confía el experto en el césped, aunque entiende que a futuro habrá que hacer en unos años un trabajo más en profundidad ya que el drenaje a 42 centímetros existente es insuficiente para una evacuación ideal del agua.

Tras este proceso se hace un abonado y un tratamiento específico para evitar que aparezcan las habituales enfermedades estivales. «Se trata de abonar de forma preventiva, antes de que salgan, y si finalmente sale alguna enfermedad habrá que hacer un tratamiento posterior», explica.

Reconoce que un momento dramático en la temporada para el terreno de juego fue el partido con el Racing de Santander, con inundaciones en la ciudad y una tremenda nevada. «No pensé que se iba a jugar, y en ese partido y la siguiente nevada se desrtrozó, pero en primavera logramos recuperarlo», asegura.

Igualmente este verano se está actuando a mayores, ya que la construcción de la nueva grada y el acabado que se le va a dar a la Tribuna Norte (la prefabricada) va a permitir alargar algo en campo por ese fondo. Desaparece la franja de cemento de detrás de la portería, y se extenderá unos metros el césped, para llegar a los 105 metros de largo. Ello permitirán separar la portería del fondo Sur y al tiempo desplazar la del fondo Norte hacia la grada prefabricada aprovechando la desaparición del pasillo.