La Policía detuvo ayer a cuatro personas, dos parejas de hermanos de nacionalidad española y de origen marroquí, en Ceuta en el marco de una operación antiterrorista. Los arrestados integraban una célula yihadista «plenamente preparada» para atentar en España ya que estaban «dispuestos» a inmolarse en el intento, según informó el Ministerio del Interior. Su titular, Jorge Fernández Díaz, incidió en que los interceptados son personas «radicalizadas, muy adiestradas tanto física como mentalmente» y que «estaban dispuestos a cometer un ataque».
Los cuatro ciudadanos, que formaban parte activa de la célula, actuaban siguiendo las consignas impartidas por el líder de la organización terrorista yihadista de referencia Estado Islámico (DAESH), Abu Bker Al Baghdad.
El ministro destacó que a las Fuerzas de Seguridad les ha llamado la atención «el gran paralelismo» que el grupo desarticulado tenía con los terroristas que el pasado siete de enero atentaron contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo.
La operación, denominada Chacal y dirigida y coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y el titular del Juzgado Central de Instrucción número cinco, se completó con dos registros domiciliarios.
La Policía localizó una pistola automática del calibre nueve milímetros metros parabelum, uniformes de combate, capuchas del tipo pasamontañas, placas de matrícula de vehículos españoles, machetes de grandes dimensiones, otro tipo de armas blancas y cortas no de fuego, munición de diverso tipo, material informático y diversa documentación que será sometida a estudio.
El dispositivo policial tenía el objetivo de neutralizar la amenaza «potencial» que constituían para España los integrantes de la célula intervenida, habida cuenta de la situación «actual de riesgo» y de los paralelismos detectados a lo largo de la investigación entre los miembros de la célula española y los autores de los atentados de Francia.
El departamento encabezado por Fernández Díaz advirtió de la existencia de una serie de elementos que ponen de manifiesto «la peligrosidad» de los detenidos, así como la similitud con el perfil de los terroristas galos.
En concreto, señaló como «rasgos coincidentes» que las dos parejas de hermanos detenidas han adquirido un alto nivel de «radicalización», asumiendo incluso su propia muerte en el transcurso de la comisión de un acto terrorista, así como que todos estaban entrenados física y mentalmente para llevar a cabo la yihad y adoptaban numerosas y complicadas medidas de seguridad en sus desplazamientos y comunicaciones.
Interior, además, apuntó que los arrestados tenían acceso a la adquisición de armas en el mercado negro y habían realizado prácticas con ellas y contaban con «determinación» para su uso en un potencial atentado.
Con todo, el ministro del Interior afirmó que en España no hay un «riesgo adicional» tras el desmantelamiento de este conjunto yihadista y reafirmó el nivel tres activado desde los ataques de la publicación parisina.
La operación antiterrorista se desarrolló por agentes de la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con el servicio antiterrorista DGST del Reino de Marruecos y la Brigada Provincial de Información de Ceuta.