El colegio público de Tardajos tiene en torno a los 225 alumnos de 27 pueblos del entorno. Unos serán muy calurosos y tirarán la sudadera al entrar en clase; otros, es posible que lo sean menos. El mismo baremo podría utilizarse para los profesores. Es difícil determinar la temperatura que cada cuerpo necesita para desarrollar con normalidad su actividad, pero según las recomendaciones de los profesionales de la salud, en invierno es conveniente ir abrigados y mantener la calefacción a temperaturas cercanas a los 18 ó 20 grados. Hasta ahí la teoría.
Ahora, la práctica. Al parecer, en las aulas y despachos del colegio tardajeño Petra Lafont no están llegando este invierno a esos 18 grados. No solo eso, sino que la jornada lectiva se comienza con temperaturas entre 10/12 grados y al término de la misma, en ocasiones, no se llega a superar los 16 grados. Eso es, al menos, lo que dice el director del centro, Carmelo Saiz Gómez, en el escrito que firma y que ayer se repartió entre los alumnos para que éstos, a su vez, se lo entregaran a su padres. En el mismo, explica que «el presente curso seguimos teniendo problemas con la calefacción del centro debido al insuficiente periodo de funcionamiento, motivo por el cual no consigue una temperatura adecuada para llevar a cabo las actividades lectivas». La situación, añade, ya se ha puesto en conocimiento de la inspección de Educación de la Dirección Provincial y del Ayuntamiento;en este caso, según decisión del consejo escolar el 29 de enero.
Algunos padres se mostraron sorprendidos al leer el escrito, como Roberto, edil del grupo independiente, o Silvia, una madre; ambos reconocían que sus hijos no se habían quejado de frío y tampoco han oído comentarios al respecto entre madres y padres cuando acuden al centro a llevar a los escolares y charlan un rato. También es verdad, matiza ella, que son niños pequeños y no tienen la misma capacidad que los más mayores para expresarse. En la mayoría de las casas, ante el escrito, se hizo la pregunta lógica ¿hijo, pasas frío en clase?.
El alcalde, Santiago de la Torre, y el concejal de Educación, Fernando Alonso, más que sorprendidos se han mostrado disgustados, sobre todo por remitir ayer el escrito cuando hasta hace unos días no se les había comunicado esta situación y fue ayer mismo cuando alcalde y director hablaron. De la Torre reconoce que puede haber clases, las orientadas al norte, que pueden ser más frías, pero le cuesta creer que haya temperaturas de 10 grados y que ningún padres hasta ahora se haya quejado al Ayuntamiento en un tema tan sensible. También recuerda que hace meses se puso un termostato para que al saltar en la zona de más calor, éste se reparta a otras alas más frías. El director añade que difícilmente saltará sino llega a 20 grados.
Éste explica que hay tres centralitas y que dos están programadas, aproximadamente, de 8 a 13 horas, y una tercera, de 8 a 12 (el horario lectivo es de 9,30 a 14,15). Ahora se programará para que la calefacción funcione desde las 7 hasta las 14 horas, según la decisión tomada por el Ayuntamiento para ver si así se caldea por igual todo el inmueble y en caso de que no se así, tomar otras medidas. De la Torre entiende que lo principal es que los niños estén a gusto, pero tampoco oculta que para el Consistorio el gasto mensual -en torno a 3.000 euros en calefacción- es muy gravoso y recuerda que el año pasado se veían ventanas abiertas, por lo que pide, que entre todos se intente equilibrar el tema.
El curso anterior hubo algún problema mecánico en la caldera, pero se resolvió, por lo que el director achaca las bajas temperaturas de ahora más a un problema de «insuficiente periodo de funcionamiento», como consta en el escrito a los padres. Carmelo Saiz añade que además de algunas aulas, secretaria es otra de las zonas donde hace mas frío, con temperaturas en torno a 11,5 grados. Aquí y en algunas clases se enchufan calefactores para caldearlas. En el comedor se está bien, según una de sus trabajadora.