Solo seiscientos mirandeses están afiliados a algún partido político

Raúl Canales / Miranda
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Poca militancia. La cifra apenas representa un 2% de los ciudadanos mayores de edad lo que refleja la escasa participación de la gran mayoría en la esfera política.

Las asambleas de Podemos han congregado a más de cien personas. - Foto: R,C.G.

Lograr que el apoyo recibido en las urnas se transforme en una militancia activa no resulta fácil para ningún partido político. Los mirandeses,  receptivos a implicarse en la vida pública de la ciudad a través de su tejido asociativo, son sin embargo reacios a la hora de dar el paso de afiliarse a una formación política como refleja el dato de que entre todas las siglas apenas se alcanzan las seiscientas personas, es decir poco más de un 2% de la población mayor de edad.

En los últimos tiempos solo el fenómeno Podemos, que también ha tenido eco a nivel local, ha invertido la tendencia, ya que en solo seis meses ha logrado equipararse en número de afiliados a los partidos de más peso. El desapego con las fórmulas tradicionales y el uso de las redes sociales ha facilitado la irrupción de una agrupación que en medio año ha alcanzado ya los 177 adherentes, un boom que supone la única excepción al estancamiento general.

Ahora habrá que comprobar la incidencia que su aparición tendrá en los próximas elecciones locales. Aunque no concurrirá a las mismas, lo que ha supuesto un pequeño freno a su expansión «que se refleja en el descenso en los asistentes a las últimas asambleas» como reconocen desde la propia formación, Podemos sigue sumando adeptos y en los próximos meses deberá decidir si apoya alguna de las nuevas plataformas ciudadanas o si se mantiene al margen, una decisión que puede alterar el resultado electoral.

Sin embargo, a pesar del repentino auge de Podemos, el partido con mayor número de afiliados en Miranda sigue siendo el Partido Popular, con 210 miembros, a los que hay que sumar cerca de un centenar más de simpatizantes que participan esporádicamente en los actos pero que al no pagar la cuota anual no tienen derecho a votar en los órganos del partido

Para ingresar a las filas populares se necesita el aval de dos afiliados, requisito que la mayoría cumple sin problemas, pero «hay mucha gente cercana que al final nunca se afilia porque no se hacen campañas de captación», apuntan.

En las recientes primarias celebradas por el PSOE estaban llamados a las urnas 157 militantes, un censo ligeramente inferior al actual ya que solo podían elegir candidato quienes cumplían una antigüedad mínima. El  número  apenas ha sufrido variaciones en los últimos años aunque hay que añadirle a los miembros de las Juventudes Socialistas, no incluidos salvo los que tienen doble militancia, a diferencia del PP que «por cuestiones de operatividad en ciudades pequeñas» si contabiliza entre sus afiliados a los integrantes de Nuevas Generaciones.

Colaboradores

Si los partidos con más representantes municipales no lo tienen fácil para captar afiliados, los problemas se agudizan en las formaciones minoritarias. Izquierda Unida cuenta con 26, aunque sus estatutos reconocen la figura de los simpatizantes (cerca de 50 en Miranda) quienes tienen derecho a participar en las asambleas del partido. Es decir, pese a no tener carné, se les reconoce voz y voto en muchos asuntos por lo que a pesar de que la afiliación es baja, el porcentaje de participación real se eleva.

El caso es similar en UPyD y PCAS, que cuentan con más simpatizantes que afiliados, a los que se integra casi con los mismos derechos en los cauces de decisión interna. En el caso de UPyD, que se presentará por primera vez a las elecciones locales animada por los resultados de las europeas, cuenta con seis personas que pagan cuota y una docena que no lo hacen pero participan activamente, mientras que el PCAS tiene ocho carnés y cerca de una veintena de colaboradores habituales.

El desfase entre el número de votantes y los miembros del partido lo justifican en el «descrédito» que la política tiene en la sociedad y en que el bipartidismo «ha reducido el ejercicio democrático a votar cada cuatro años en lugar de entender la política como una implicación colectiva en el día a día», apuntan. Por este motivo consideran que la aparición de nuevas formaciones puede contribuir a recuperar la credibilidad «a través de personas que participen de la política con la intención de hacer y no como una salida profesional».

 

Más siglas

El espectro político ha sumado en las últimas semanas  una nueva sigla: Ganemos, constituida finalmente como agrupación y no como coalición pese a estar integrada por miembros de diferentes colectivos de la ciudad. En las primeras reuniones Ganemos ha congregado a más de medio centenar de asistentes, aunque al estar aún en  proceso de formación es difícil cuantificar el número real de integrantes.

Tampoco hay datos del PRCAL, que ha anunciado su intención de presentar lista a las elecciones, aunque seguramente lo hará bajo las siglas de Ciudadanos.