Fallecen dos magrebíes al ser engullidos por un camión en la carretera de Aguilar

P.C.P. / Burgos
-

El conductor del turismo perdió el control a la salida de una curva y se fue al carril izquierdo de la N-627, por donde circulaba un transporte cargado de paja que no logró esquivarle

El turismo circulaba hacia Burgos cuando perdió el control, a la salida de una curva, y se fue contra el guardarraíl izquierdo.El transportista dio un volantazo pero no pudo esquivarlo. - Foto: Jesús J. Matías

La Nacional 627 se cobró ayer las dos primeras víctimas mortales del año en las carreteras de la provincia. Dos magrebíes de 34 y 39 años, vecinos de Burgos capital, que viajaban en un turismo con más de 20 años de antigüedad, fallecieron al ser literalmente engullidos por un camión que circulaba hacia Cantabria cargado de paja. La brutal colisión se produjo a las 12.40 horas de ayer, en el término municipal de Quintana del Pino.

Todo apunta a que el conductor del automóvil perdió el control a la salida de una curva, dirección Burgos, posiblemente por un exceso de velocidad, y se fue dando bandazos hacia el lado izquierdo hasta chocar con el guardarraíl y quedar en mitad del carril por el que en ese momento se aproximaba un camión. El transportista, que viajaba acompañado por un familiar, intentó esquivarlo con un volantazo que terminó de encajar al coche entre los bajos de la cabeza tractora, las dos ruedas delanteras y el quitamiedos de la nacional.

El Servicio de Emergencias 112 Castilla y León recibió el aviso a las 12.46 horas. Cuando los equipos de rescate llegaron hasta el kilómetro 35 de la carretera de Aguilar se encontraron una escena dantesca. Lo primero que hicieron fue cercionarse de que no había más pasajeros que los ocupantes de los dos asientos delanteros del turismo, por los que nada pudieron hacer los sanitarios de Sacyl salvo certificar su fallecimiento.

El coche quedó totalmente aprisionado entre los bajos del camión, los neumáticos delanteros y el quitamiedos.El coche quedó totalmente aprisionado entre los bajos del camión, los neumáticos delanteros y el quitamiedos. - Foto: Jesús J. Matías Constantado ese extremo, comenzó la operación para recuperar los cuerpos, en la que la dotación de bomberos del Parque de Burgos tuvo que emplear grandes dosis de pericia y paciencia. Ante la imposibilidad de extraer el habitáculo del coche de una sola vez, los profesionales optaron por retirar prácticamente pieza a pieza.

Les llevó casi dos 2 horas completar la tarea y poder liberar los cadáveres, para que se hiciera cargo de ellos el servicio forense de la Funeraria San José. Testigos presenciales aseguran que resultaba imposible determinar quién conducía, por cuanto los asientos se habían mezclado con el amasijo de hierros. De hecho, ni siquiera encontraron durante el rescate el volante del turismo.

Por contra, el motor salió disparado hacia la parte trasera del camión y quedó junto a una rueda.También el depósito de gasolina, una pieza muy larga y estrecha del vehículo. Los fallecidos habían parado a repostar hacía pocos kilómetros, porque estaba prácticamente lleno. Vecinos de la zona acudieron con unas garrafas para evitar que el combustible se perdiese o se vertiera al suelo y contaminara al terreno. Llenaron dos de 25 litros.

En una casa de acogida. La actuación de los agentes del Subsector de Tráfico evitó el corte de la circulación, ya que mientras bomberos y sanitarios trabajaban en el carril izquierdo la Guardia Civil daba paso por el derecho. Además, Atestados requirió la colaboración de la Policía Local de Burgos para identificar a una de las víctimas, puesto que solo lograron encontrar la documentación de su compañero de viaje. A media tarde, pudieron confirmar que ambos estaban en una casa de acogida de una comunidad religiosa de Burgos capital. Los fallecidos han sido identificados como C.C., de 39 años, y A. B., de 34.