Ocho muertos en las carreteras burgalesas en lo que va de año y dos de ellos en la N-I. El fallecimiento de la joven Verónica García Gadea el viernes tras chocar contra un camión en el kilómetro 277 no hace sino confirmar la creencia de los miembros de la plataforma, quienes denuncian que se trata de la carretera más peligrosa de la provincia. Este último accidente mortal ha vuelto a excitar los ánimos del colectivo vecinal, que ya prepara una concentración para el próximo domingo en el punto exacto donde se produjo el siniestro de anteayer.

En un principio barajaron la posibilidad de convocar hoy un acto de protesta que llevan celebrando desde hace tres años cada vez que la carretera se cobra una vida. Sin embargo, conscientes de que iba a ser imposible tramitar la petición ante la Subdelegación de Gobierno y movilizar a los integrantes de la plataforma, han pospuesto la cita para el domingo día 27 de julio.

Rafael Solaguren está especialmente indignado con el accidente del viernes, pues se trata de nuevo de un siniestro en el que se vio implicado un vehículo pesado. Conseguir reducir el tráfico de camiones por la Nacional se ha convertido casi en una obsesión para la plataforma, cuyos miembros son sabedores del peligro que entraña la masiva presencia de tráilers en la vía. Más del 50% de los vehículos que transitan cada día por ella son pesados.

El portavoz del colectivo advierte de que las obras de mejora del tramo entre Monasterio y Cubo de Bureba no servirán para atajar el «principal problema de la N-I», que no es otro que el «intenso tráfico de camiones». No le falta razón. Según una información publicada hace nueve meses por este periódico, en más del 60% de los siniestros con fallecidos que se registran en esta carretera hay implicados vehículos pesados, según la estadística de la última década.

Además, expresa el temor de la plataforma de que ni siquiera en noviembre de 2018 la N-I quede libre de camiones. Esa es la fecha límite de concesión de la AP-1 a Europistas, pero Solaguren no es el único que piensa que la autopista no pasará a manos del Estado. Es cierto que la ministra, Ana Pastor, ha asegurado que sí cuando le han preguntado. «Pero lo que valen son los hechos», advierte el portavoz de la plataforma. Y por ahora nadie ha dado «ningún paso». La plataforma entiende que el Ministerio de Fomento debe ponerse manos a la obra para proyectar mejoras en la AP-1 a fin de que pueda absorber todo el tráfico cuando se convierta en autovía. Y es que la doble vía -una vez eliminados los peajes- asumirá casi todos los vehículos que hoy transitan por la N-I, cerca de 10.000.

El colectivo vecinal solicita un tercer carril y nuevos accesos en puntos estratégicos: La Brújula, Castil de Peones, Briviesca-La Vega y Cubo de Bureba. «Pero nadie dice nada; no exigimos que sean estas las mejoras, pero sobre la mesa ya debería haber alguna propuesta», afirma Solaguren.

Las voces oficiales del PP garantizan que el rescate se hará efectivo. El subdelegado del Gobierno, José María Arribas, cada vez que se le pregunta por el asunto toma las palabras de su superior, la ministra de Fomento, Ana Pastor, para garantizar que no se volverá a negociar con Europistas. Pero incluso en el propio PP vacilan a la hora de pronunciarse sobre el futuro de la autopista. En el partido nadie habla con la rotundidad que lo hace Ana Pastor y muchos condicionan la liberación a la evolución de la economía y las cuentas del Estado.