José Antonio Ortega Lara se puso ayer a disposición del nuevo comité ejecutivo provincial de Vox para liderar, si así lo estima, la candidatura de este partido para las elecciones municipales en Burgos. El funcionario de prisiones, protagonista a su pesar del arranque de la carrera electoral nacional de esta formación que se inició ayer en la ciudad, reconoció que en principio no era su intención presentarse pero «voy a ver lo que mis compañeros requieren de mí:Si ellos me lo piden, pues haré un esfuerzo adicional».
Este paso se conocerá tras la celebración de las primarias previstas para principios de febrero, un proceso abierto a nivel local y nacional a los afiliados de la formación y aquellos independientes que se quieran presentar a los diferentes ayuntamientos y autonomías bajo la bandera de Vox, aunque previamente tendrán que acreditar que no tienen ningún antecedente judicial por malversación, cohecho o corrupción.
El proceso estará liderado a nivel nacional por el nuevo secretario general, Iván Espinosa de los Monteros, y a nivel provincial por Santiago Saiz, presidente del comité ejecutivo de Burgos. Ambos ya adelantaron ayer que Ortega Lara «es un referente para todos nosotros y es, sin lugar a dudas, la figura más admirada dentro del partido».
De presentarse, sería la segunda vez que el protagonista del secuestro más largo de ETA concurre a las elecciones locales, pues ya lo hizo en las municipales de 2003, ocupando el penúltimo puesto de la lista encabezada por Juan Carlos Aparicio. En 2008 abandonaría la militancia en el PP.
Programa. El objetivo de Vox es alcanzar el millón de votos a nivel nacional antes de que acabe 2015, superando los casi 250.000 logrados en las pasadas europeas, a las que concurrió cuatro meses después de su fundación. En Burgos pretenden reforzar su posición en la capital (donde obtuvo más de 3.000 votos en las europeas) y en el mayor número posible de municipios, entre ellos Aranda.
El secretario general, Iván Espinosa de los Monteros, adelantó que, a la espera de la elaboración del programa electoral local, la importancia de Burgos es «muy elevada porque ha sido un campo experimental de la izquierda más radical. Aquí hemos visto sucesos [en referencia a la crisis de Gamonal] que han servido de laboratorio para lo que luego se ha producido en el resto de España». Vox, añadió, se posiciona «enfrente» de la izquierda radical «y les combatirá ideológicamente con ideas y valores que parece que nadie quiere defender», puntualizó.