Afaem recogerá bolis usados para contrarrestar los recortes

Angélica González / Burgos
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La asociación que atiende a pacientes con esclerosis múltiple y sus familias ha encontrado una original forma de incrementar sus ingresos y poder mantener los servicios que presta

En la sede de Afaem (Centro Graciliano Urbaneja) ya está todo listo para repartir las cajas. - Foto: DB/Alberto Rodrigo

La Asociación de Esclerosis Múltiple de Burgos (Afaem) está dando los últimos retoques a su nuevo proyecto con el que va a intentar contrarrestar los dramáticos efectos de los recortes económicos de las administraciones. Se trata de una iniciativa de reciclaje de cualquier material de escritura de plástico (bolígrafos, rotuladores, marcadores y portaminas) puesta en marcha en España por BIC y la empresa de reciclaje TerraCycle (www.terracycle.es) con la que, a cambio de estos instrumentos se entregan puntos canjeables por donaciones.

El objetivo es conseguir los fondos suficientes como para que sigan en marcha los programas de atención a los pacientes con esta patología neurológica y a sus familias. Julia Ferrero, portavoz del colectivo, explicó que la enfermedad es muy compleja, que cada paciente tiene unas necesidades muy concretas y que, además de la atención médica, que les es prestada en el servicio de Neurología del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), precisan de servicios de fisioterapia, psicología, terapia ocupacional, logopedia o trabajo social, entre otros, que hasta ahora viene prestando Afaem.

Ya se están repartiendo las cajas de cartón (reciclables también) por todo tipo de entidades administrativas, colegios y empresas para que se puedan desechar los bolígrafos que ya no pinten teniendo en cuenta que se van a convertir en dinero para ayudar a personas que sufren una patología neurológica frecuente, sobre todo, en edades jóvenes y más  mujeres que hombres.

La esclerosis múltiple afecta al cerebro y a la médula espinal. Las fibras nerviosas están protegidas con mielina, una sustancia que facilita la conducción de los impulsos nerviosos. Si la mielina es destruida o dañada, la habilidad de los nervios para conducir las señales, desde y al cerebro, se interrumpe y este hecho produce la aparición de los síntomas. Algunos de ellos son debilidad muscular, hormigueo, poca coordinación, fatiga, trastornos del equilibrio, alteraciones visuales, temblor, espasticidad o rigidez muscular. En Burgos hay 400 afectados.