Las empresas que opten a cubrir la zona de la antigua iglesia del Monasterio de San Juan deberán acreditar experiencia en restauración de monumentos, según anunció ayer el alcalde, Javier Lacalle, durante la presentación del proyecto.

El Ayuntamiento quiere garantizar de este modo que la actuación se ejecute con las máximas garantías dadas las características del monumento y su emplazamiento en el trazado del Camino de Santiago y el centro histórico. «El concurso para hacer esta obra no estará abierto a cualquier empresa, sino que se va a pedir que sean especializadas en restauración de monumentos», aseguró.

 Costará 1,9 millones de euros, de los que el 80% serán financiados con fondos europeos. La previsión es que a lo largo del próximo mes de agosto pueda convocarse el correspondiente concurso con el objetivo de que las obras se inicien en el último trimestre del año. Tendrán una duración de seis meses.

La cubierta, que combinará madera y vidrio, se materializará en un gran plano plegado que se asentará respetuosamente sobre el suelo y recreará las tres naves con las que contaba la iglesia, al mismo tiempo servirá para proteger los restos arquitectónicos. El impacto visual será prácticamente mínimo en la parte que da a la plaza de San Juan, aunque sí será más visible en la zona que da a la calle Alvar García, donde convivirá con inmuebles más modernos.

Aprovechando la intervención, se consolidarán y limpiarán todas las fachadas del monasterio. Especial protagonismo tendrá la iluminación. La cubierta permitirá el filtrado de la luz natural y se iluminará por la noche, de modo que el plano plegado de vidrio traslúcido actuará como un farol.

El alcalde aseguró que la actuación permitirá a la ciudad contar con un espacio de 1.300 metros cuadrados para realización de actividades que hasta ahora requerían de carpas. «Llevamos muchos años con este proyecto y por fin se va a poder materializar tras contar con todos los informes técnicos necesarios», añadió.

También avanzó que la obra permitirá la creación de una treintena de empleos durante los seis meses que dure.

Por su parte, el concejal de Cultura, Fernando Gómez, subrayó que se habilitará una entrada que ya existía para acceder al claustro del monasterio y la utilizada en la actualidad será el acceso directo a la zona de la cubierta, de modo que cada parte pondrá funcionar independientemente.