El Consorcio del desvío ferroviario, ente mixto (Ayuntamiento y excajas locales) que gestiona el impacto de la operación urbanística y el aprovechamiento posterior de los espacios liberados, ha comenzado a ‘reforestar’ los tramos de bulevar en los que la concentración de árboles muertos, raquíticos o irreversiblemente dañados empezaba a ser preocupante.

Salvo en casos muy puntuales, como por ejemplo aquellos que han sido objeto de actos vandálicos, los árboles presentaban un aspecto lamentable debido a que en el momento de su plantación no lograron enraizar en el terreno. Las aperturas parciales de los sucesivos tramos ejecutados conforme al proyecto de Herzog y De Meuron no siempre coincidieron con las mejores épocas del año para proceder a una operación de estas características, motivo por el que, dependiendo de las especies, los ejemplares corrieron suertes dispares a pesar de que se puso un celo especial en su cuidado debido, entre otras cosas, a que algunos fueron realmente caros y viajaron miles de kilómetros para acabar en Burgos.

En ese supuesto son las empresas adjudicatarias las que tienen que responder de los daños, pero dos de las tres firmas (Arranz Acinas y Contratas y Maquinaria) que se encargaron del tramo 1 (de El Carmen a Cellophane) y una de las dos (Jovilma) que hicieron el segmento que conecta con Capiscol están concursadas, motivo por el que la respuesta no ha sido la esperada. Además, a esos daños se sumaban otros menores que hacían que la reclamación del Consorcio superara, en total, los 200.000 euros.

Segundo intento

La decisión del ente, para evitar que los problemas se perpetuaran, fue la de ejecutar las garantías presentadas en su momento por las adjudicatarias, o al menos aquellas de las que se ha podido hacer uso, para pagar los arreglos exigidos, fundamentalmente la reposición de árboles. Se ha esperado a que la época del año fuera la más propicia y ya se han plantado 115 nuevos ejemplares en sustitución de los arruinados.

Entre el Carmen y Cellophane han sido 32 especies de gran porte (seis metros de altura). Concretamente 24 pinos, 4 robles, 2 hayas, una encima y un fresno. En los tramos 9 y 13 (desde Timoteo Arnaiz hasta Capiscol) se han añadido 32 pinos, 31 sauces, 17 fresnos y 3 robles. También se ha procedido a revisar el estado del resto de la masa forestal del eje, que lleva casi cuatro años abierto.