Campo asume que es probable que el Apolo no abra hasta entrado el 2015

G.A.T. / Miranda
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Ahora son los problemas entre el Ministerio y la empresa adjudicataria de la obra, Copcisa, los que hacen que se descarte la posibilidad de tener listo el equipamiento para octubre

El problema está principalmente en que faltan aún trabajos por ejecutar en el interior y el exterior del teatro. - Foto: G.A.T.

El dicho de que uno monta un circo y le crecen los enanos bien le valdría al Ayuntamiento para explicar la larga historia de la rehabilitación del Teatro Apolo. El emblemático teatro mirandés da un nuevo quebradero de cabeza al Consistorio, y ayer el alcalde, Fernando Campo, tuvo que reconocer públicamente que no podrá cumplirse la promesa hecha meses atrás de inaugurar el espacio escénico el 4 de octubre de este año.

Es más, no se atrevió ya a dar nuevas fechas para la posible apertura, dejando simplemente en el aire que en su confianza está poder inaugurarlo antes de que acabe la presente legislatura, es decir, en el primer cuatrimestre de 2015. «Cada vez que doy una fecha me dan una sorpresa que yo no controlo», justificó.

Si ya hubo que aplicar hace dos años un modificado en el plan de obras debido a los problemas para cumplir con la financiación -en gran medida debido a que la Junta no ha cumplido con su compromiso de colaboración económica- ahora el calendario se alarga sine die de cara a la puesta en servicio de un teatro en el que se están invirtiendo solo en las obras 6,2 millones de euros.

Desde el Ayuntamiento atribuyen el problema al Ministerio de Fomento, que es quien ha contratado la obra, y a la empresa constructora, Copcisa. Se trata en concreto de la existencia de un listado amplio de incumplimientos por parte de la empresa en lo que se refiere, principalmente, al acabado de las obras de rehabilitación.

Así, se ha detectado que hay que hacer aún trabajos inacabados en diversas zonas, que afectan, por ejemplo, a rebajes, a la limpieza, a la puesta en marcha de algunos elementos técnicos... Actuaciones que el Ayuntamiento quiere que estén completamente resueltas antes de que el edificio pase a ser su responsabilidad. «No voy a asumir ningún edificio que no cumpla las condiciones del contrato con el que se ha adjudicado la obra, así lo plantee, y seré riguroso», aseguró.

Y es que hace unos día estuvo en Madrid, en el Ministerio, reunido con un alto cargo y responsable de la obra para tratar de desbloquear la situación, aunque ya tarde para que pueda abrirse el teatro en octubre. De allí salió con la idea de que en las próximas semanas se acaben los trabajos que faltan por hacer en el teatro, y así el Ayuntamiento podrá asumir el espacio cultural y proseguir con la última fase, la del equipamiento, que no puede empezarse hasta que se reciba la obra completamente acabada.

 Lo primero que se hará es la colocación de la tarima del escenario, y también las butacas. De hecho el Ayuntamiento ha desestimado el recurso de Ezcaray, una de las empresas que se presentaron para dotar de asientos al teatro, por lo que la adjudicación a Ascender por 105.550 euros es ya firme y se empleará el diseño inicialmente elegido.

Otras dos cuestiones deben resolverse también en los próximos meses, como es la adquisición y montaje del resto de equipamiento del teatro (la tramoya principalmente), para lo que ya se está estudiando una fórmula e financiación.

Además, se quiere que la Junta este mismo verano comprometa con un documento firmado un nuevo pago para costear las obras, ya que de los casi 2 millones que tenía que poner para hacer frente al 30% del coste aún debe alrededor de 1 millón.