De tú a tú

G.G.U. / Burgos
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Sanidad mantiene su intención de iniciar una campaña en la que gente joven advierta del riesgo que supone la hacinación en un local

La problemática que acompaña a la existencia de chamizos en bajos de edificios habitados se ha analizado a través de los distintos puntos de vista de las instituciones o áreas que forman parte de la denominada junta de coordinación administrativa, que se ha reunido en diversas ocasiones en los últimos meses y en la que, como ya se ha dicho en la información principal, se compone de representantes de la Policía Local, los servicios jurídicos del Ayuntamiento, las áreas de Licencia y Medio Ambiente y  también Servicios Sociales, como parte afectada por la presencia de menores. Cada uno ha aportado documentación y experiencias de otras ciudades relacionadas con esta materia y, en lo relacionado con Juventud, Ángel Ibáñez destaca que llamó la atención una práctica «implantada en ciudades del Norte que consiste en ir de local en local explicando cuáles son los riesgos que asumen los chicos por estar allí».

Esta «política de seguimiento» ha resultado interesante para el equipo de gobierno del Ayuntamiento burgalés, que tiene previsto hacer algo en esa línea, aunque no se sabe cuándo ni de qué manera se desarrollará el trabajo de campo. El objetivo sería, muy a grandes rasgos, que personas jóvenes planificaran rutas de chamizos para acudir durante los fines de semana e inspeccionar los locales, de manera que se pudiera advertir a los ocupantes de las condiciones en las que están manteniendo el local y si están corriendo algún riesgo o no. Para ello sería imprescindible la colaboración con la Policía Local, dado que son ellos quienes están configurando el registro de chamizos de la capital y saben qué zonas son las más concurridas o demandadas para este tipo de actividad, bien por su ubicación o profusión de locales a precios asequibles.