Manuel Reina acumula en sus guantes una dilatada experiencia en todas las categorías del fútbol español, desde Primera hasta Segunda B. Málaga, Levante o Cartagena son algunas de las camisetas que ha defendido, hasta que tras un periplo en el extranjero, el Nástic le repatrió para su proyecto.
¿Quién podía esperar que a estas alturas Mirandés y Nástic se iban a estar disputando una plaza de play off?
Quizá no partíamos entre los favoritos pero estamos dejando claro que somos dos equipos a tener en cuenta y que transmiten muy buenas sensaciones.
En una Segunda tan igualada, ¿hay licencia para soñar?
Sí, aunque en nuestro caso sin olvidar que el objetivo es la permanencia porque somos un recién ascendido. Tenemos que tener los pies en el suelo e ir partido a partido.
¿Cuál es el secreto del Nástic?
Mantener la base de la temporada pasada. Somos un equipo que se conoce bien, que deja todo en el campo, y que además ha sumado refuerzos de calidad.
Su asignatura pendiente es a domicilio.
Fuera de casa hace mucho que no ganamos, pero no estamos jugando mal y esperamos cortar ya la racha.
Visitan Anduva, un estadio por ahora inexpugnable.
El que quiera ganar en este campo tiene que intentar igualar la intensidad del Mirandés, y eso no es fácil, aunque nosotros también somos un equipo intenso y creo que se verá un partido muy atractivo.
Como portero, ¿intimida enfrentarse a la delantera más goleadora de la competición?
Es indudable que el Mirandés tiene mucho potencial ofensivo, pero estoy tranquilo porque nuestros números defensivos no son malos.
El principal peligro es su excompañero Lago Junior.
Es un gran jugador y me alegro mucho de que le vaya bien en esta nueva etapa, aunque espero que esta semana se tome un descanso en su racha goleadora.
En lo personal, el Nástic le ha permitido regresar al fútbol profesional español, ¿se lo toma como una segunda oportunidad?
Mi última experiencia en la categoría con el Cartagena no acabó como esperaba y decidí probar suerte en el extranjero. Si el año pasado fiché por el Nástic, a pesar de estar en Segunda B, fue porque me presentaron un proyecto interesante, y el tiempo ha demostrado que acerté.
¿Qué le aportó su paso por las ligas de Chipre y Grecia?
Sobre todo experiencias futbolísticas y personales que me han ayudado crecer. En lo deportivo, son estilos y formas de trabajar muy distintas a las de España.
¿Ha encontrado una Segunda muy distinta a la que dejó?
Han cambiado algunos nombres pero sigue siendo una categoría marcada por la igualdad. Cada vez sorprende menos ver a equipos modestos arriba.