Los alcaldes de AMAC exigirán hoy a Industria ayudas para el desarrollo

A. Castellanos / Quintana
-

El cierre de Garoña ha sido el detonante del encuentro, que busca desbloquear la inclusión de ayudas al desarrollo en el reparto de fondos de Enresa a los municipios de zonas nucleares

El alcalde tobalinés, segundo por la izquierda, en una jornada para emprendedores en 2011. - Foto: A.C.

El pasado 28 de diciembre, el Consejo de Administración de Nuclenor anunció el cese anticipado de actividad de Santa María de Garoña, que en la práctica equivale a su cierre. Este hecho fue el detonante para que la comisión directiva de la Asociación de Municipios en Áreas Nucleares (AMAC) decidiera en su última reunión reclamar un encuentro con el ministro de Industria para exigirle que retome la modificación de la orden ministerial que regula la asignación de  fondos a los municipios de áreas nucleares donde se almacenan residuos radioactivos y que en su borrador incluía una nueva línea de ayudas al desarrollo local. La modificación de la orden fue publicada e inició su trámite de audiencia en diciembre de 2009, pero aún no ha sido aprobada, por lo que, como recuerda AMAC, «nuestras zonas sufren el cese de la actividad económica que supone una central nuclear sin contar con los prometidos mecanismos para la diversificación productiva».

El encuentro se celebrará esta mañana, aunque no con el ministro ni con el secretario de Estado para la Energía como estaba previsto, sino con el director general de Planificación Energética y Minas, Jaime Suárez, y aunque a él solo asistirá un representante de cada área nuclear, los 68 alcaldes están convocados a apoyarles en las puertas del Ministerio. El alcalde del Valle de Tobalina, Rafael González, férreo defensor de que se retome un plan de alternativas para el desarrollo del entorno de Garoña, acudirá al encuentro.
La situación más grave, como destaca AMAC, se vive en el entorno de la central nuclear José Cabrera, en Zorita, cerrada desde 2006 y que «todas las administraciones abandonaron a su suerte» sin ninguna línea de ayudas ni planes de desarrollo. «Siete años después seguimos en la misma situación con el cierre de Garoña», añaden desde AMAC, que recuerdan como «cuando las empresas propietarias de Garoña pretendían la continuidad de la planta, manifestaban su preocupación por el impacto negativo que el cierre tendría para la economía local y ahora los trabajadores y la economía de nuestros pueblos han desaparecido del debate».
El Ministerio de Industria llegó a informar en diciembre de 2009 de que a las partidas que ya vienen recibiendo los municipios situados en el área de 20 kilómetros alrededor de cada central nuclear, se iban a sumar «fondos para la cofinanciación de actividades de desarrollo local, mediante una nueva partida que podrá ser de hasta el 25% de la asignación anual recibida por cada municipio... o del 30% cuando se trate de proyectos en los que participe más de un municipio». De este modo, a los 2,2 millones de euros que percibirán en 2013 los más de 15 municipios del área de 20 kilómetros del entorno de Garoña, se podrían sumar otros 560.000 o más para ayudas al desarrollo. Estos fondos, como recuerda AMAC, se financian con las tasas que pagan las nucleares y no repercuten en los presupuestos del Estado.