Joaquín Núñez, Goya al Mejor Actor Revelación: «Estoy muy feliz porque me han salido muchos trabajos»

J.M. FAYA- Á. PAZOS
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El simpático Mateo de 'Grupo 7' conquista a la Academia de Cine Español

Joaquín Núñez, Goya al Mejor Actor Revelación: «Estoy muy feliz porque me han salido muchos trabajos» - Foto: JUAN MEDINA

Se ríe con ganas cuando le comentamos que solo con lo que le dice a un camarero en la película Grupo 7 -«Bueno, déjate caer un whisky y unas almendritas, ¿no?»- ya se merece el Goya al Mejor Actor Revelación. Tras dejar claro que eso no lo hace en la vida real, nos promete que si lo gana, soltará la frasecita...

Mítica escena...

Te digo una cosa, lo curioso es que eso surgió en el mismo rodaje porque esta secuencia la hacía un compañero y, al final, el guionista le dijo a Alberto (el director): «A ver, que lo diga Joaquín, a ver qué tal queda».

¿Qué tal fue la experiencia en Grupo 7?

Hombre, preciosa. Estuvimos un mes de ensayo y conseguimos ser más que un equipo un grupo de amigos. Yeso hizo que todo fuera más fresco.

Ese compadreíto es muy andaluz. ¿O no?

Sí, sí, sí.

Por cierto, los figurantes que salen en las 3.000 viviendas, la zona más deprimida de Sevilla, ¿eran realmente de allí? Porque a mí no me haría ni puñetera gracia de cómo ponéis el barrio.

Precisamente, el otro día estuvimos en Sevilla mi esposa y yo recogiendo el premio CCAM, y uno de los agradecimientos fue para la figuración. Yes que creo que conseguimos estar a la altura de todos ellos. A veces, llegaba Vestuario y les decía: «Vosotros sois figuración, ¿verdad? Ya estáis vestidos, ¿no?». Yle contestaban que venían así de casa (risas). Magullados, con cicatrices, con disparos…

Yo, si viviera allí, y me ponéis en la película que mi barrio es un nido de droga, que somos todos unos sinvergüenzas, más que colaborar, os tiraba piedras.

Bueno, ten en cuenta que estamos hablando de los años 80, quiero decir que ellos no se identifican con esa historia.

Claro, pero sería el papa o la mama. Oel yayo...

Ya, bueno (se ve cogido). No, ellos se lo pasaron muy bien, y estaban encantados allí.

¿Yno desapareció nada?

¡No, no! Fíjate que hay una secuencia en la que yo ya se lo comentaba al director. Mateo tenía que ir con los relojes recién mangados de la corrupción: medallas, pulseras, anillos… Y yo le decía: «Alberto, ¡vamos a ver! ¿Al Mateo no le van a robar?». Y no, no, ellos nada más que nos querían humillar, pero ni me quitaron una medalla ni nada (risas).

Ah, ¿pero no trajeron ellos las cosas? De hacer la ronda...

No, no (risas).

Bueno, vayamos a lo gordo. ¿Cómo lo ves?, ¿muy crudo para ganar?

 Hombre, hay un pedazo de película que se llama Blancanieves, que yo la he visto y es preciosa… pero la verdad es que hablan muy poco (risas).

Claro, porque es muda.

Por texto ganamos nosotros.

¡Fíjate la coña que tiene Joaquín! Está Tom Holland, el niño de Lo imposible. Y ahí no tiene nada que hacer porque siempre en los Goya tienen la puñetera costumbre de traer extranjeros como Viggo Mortensen, Salma Hayek... Y siempre se van de vacío. Así que fuera. Luego, Blancanieves que es el mudito, y después Los niños salvajes...

A ver qué pasa, pero yo estoy muy feliz porque fue terminar el rodaje y ya corrió la voz, y me ficharon para El secreto de puente viejo, que hice de cura 15 capítulos. Luego estuve en Aída... Y esta semana salí en Cuéntame. He grabado siete episodios.

¿Y de qué hace?

De amigo íntimo de Imanol Arias, es decir, del mismísimo Antonio Alcántara.

Ah, pues nos fijaremos. ¿Sales con la barba también?

Eh... Sí, un poquito.

¿Promete la dedicatoria?

Sí, lo prometo.