El número de alumnos que repite curso en Primaria preocupa a la comunidad educativa. Los datos facilitados por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León revelan una mejoría de los porcentajes de promoción en los últimos cuatro cursos, aunque las cifras siguen siendo elevadas, sobre todo en primero de esta etapa, donde se detecta el mayor volumen de repetidores de toda Primaria. Casi el cuatro por ciento (3,88%) de los 19.653 alumnos evaluados en el primer nivel en el curso pasado no han conseguido promocionar, según las mismas fuentes, que detallan que los datos se calculan en base a los estudiantes evaluados tanto en los centros públicos como en los concertados y privados.

Segundo y tercero son los siguientes cursos con mayor volumen de repetidores (2,77%), a los que le siguen cuarto (2,5%), quinto (2,39%) y sexto (2,1%). Los porcentajes de promoción han ido mejorando en los últimos cuatro cursos, ya que hay que recordar que solo desde la implantación de la Lomce en 2015/2016 se puede repetir el primer nivel de Primaria, «siendo más notable la evolución a medida que se avanza en la etapa, según aseguraron desde la Consejería de Educación. Sí se aprecia que la mejoría ha sido mayor en los niveles más altos, manteniéndose prácticamente iguales en primero.
Las mismas fuentes recuerdan que la etapa de Educación Primaria se ha visto afectada por las modificaciones derivadas de la Lomce. Entre otras, «esa ruptura del ciclo de dos años de duración» que se consideraba para la promoción, por lo que se ha pasado de «una larga tradición» en que se podía repetir en segundo, cuatro y sexto hasta la situación actual en que la adopción de dicha medida puede realizarse en cualquier nivel. Esta reorganización es calificada como «positiva» por Educación, que considera «beneficios asociados en los porcentajes de promoción, que tienden, de manera estable, al alza».

Educación achaca a varias causas la repetición de curso, e incluso inciden de manera interrelacionada, y que van desde circunstancias de carácter sociocontextual a otras más internas, incluso estructural, en la vida de un niño. «En lo anterior se podrían considerar, entre otros, los momentos y circunstancias de incorporación al sistema educativo, provenientes de otros sistemas educativos, incluso de ninguno, con destreza o no en el castellano, así como dificultades vinculadas a otras necesidades específicas de apoyo educativo», señalan.