Los mercadillos volverán al Plantío el próximo verano

C.M.-B.G.R.
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La urbanización exterior saldrá a concurso antes de fin de año y estará acabada a comienzos del verano de 2019

Mientras la remodelación del estadio municipal de fútbol El Plantío avanza por encima de los plazos previstos inicialmente, se trabaja en el proyecto de la urbanización de todo su entorno, que se entregará en dos semanas y con el objetivo de que sea una realidad a comienzos del verano de 2019. El aparcamiento en superficie que estaba ubicado en el fondo norte se mantendrá y, una vez adecentado, volverán a este emplazamiento los mercadillos, tanto el de frutas y hortalizas como el de textil.

Según explicó el alcalde, Javier Lacalle, la actuación contempla también la eliminación de uno de los carriles de la avenida del Arlanzón para hacer más grande una de las aceras, la más cercana al nuevo lateral del estadio, y ganar en comodidad para las personas que acudan andando a presenciar los partidos, de modo que se seguiría el modelo del tramo del Coliseum. También se aprovechará para construir un carril bici.

El antiguo aparcamiento, que ahora está vallado por las obras del campo, se reordenará y asfaltará, además de ganar algunos espacios verdes. Posteriormente, existe el compromiso de que el mercadillo hortofrutícola regrese a este emplazamiento los miércoles y sábados y el de textil, los domingos. Cabe recordar que desde finales de febrero el primero se llevó al aparcamiento disuasorio de Las Torres y el segundo, a la avenida de Castilla y León. «Donde están ahora es algo provisional, una vez que concluyan las obras de urbanización la idea es que vuelvan a esta zona. Dado que el aparcamiento va a quedar prácticamente como antes pero con el pavimento mejorado. Queremos que esta actividad vuelva allí, al ser una zona cómoda para los ciudadanos y con mucho espacio para aparcar», añadió Lacalle.

La actuación también incluye la mejora de la zona de La Corrala (frente a Cruz Roja), donde está previsto demoler el actual muro y construir otro más bajo. Lacalle indicó que la idea es que las obras se puedan adjudicar antes de que finalice el año e iniciarse ya el próximo, de modo que estén concluidas en el verano de 2019. Está presupuestada en 1,1 millones de euros. «Todo el entorno va a sufrir una importante transformación, especialmente desde el punto de vista peatonal, con el objetivo de ponerla en valor y que los burgaleses puedan acudir a presenciar los partidos de fútbol y de baloncesto con más comodidad», añade.

los vendedores, contentos. El presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes, Enrique Jiménez, se mostró satisfecho por la decisión de que el mercadillo de los domingos vuelva a su emplazamiento original en los bajos de El Plantío, en lugar del actual junto a la iglesia de San Fernando. El colectivo no ve con buenos ojos la localización en la avenida Castilla y León ya que la distribución de los puestos hace que entre 10 y 12 se encuentren «escondidos o apartados», lo que repercute directamente en las ventas. En este sentido, Jiménez subraya que estas han descendido en torno al 50% en comparación con actividad que tenían antes del traslado y muchos vendedores están aguantando a la espera de que se produzca el traslado. «Si no se darían de baja, porque no les compensa», sostiene el presidente de la agrupación, para quien la «consolidación» de los tres mercadillos actuales, que se celebran los domingos, miércoles y viernes, es el principal objetivo de la entidad antes que pensar en una cuarta cita, que ya se intentó poner en marcha sin éxito.

En el mismo sentido, se posicionaron los vendedores de frutas y hortalizas. José Luis Gómez, que ejerce de portavoz a falta de una asociación que aglutine al más del centenar de productores, se congratula de que puedan regresar a su anterior emplazamiento aunque para ello sea necesario esperar hasta el verano.

A pesar de contar con más espacio para los puestos en el aparcamiento disuasorio de Las Torres y estar entre los grandes barrios de Gamonal y el G-3, no terminan de adaptarse. Al igual que los del textil, consideran que las ventas se han reducido hasta en un 50% en algunos casos. «Las personas que viven en estos barrios tienen pueblo y no dependen tanto de comprar nuestros productos. Desde luego es mejor el otro emplazamiento. Celebramos regresar, aunque mientras debemos intentar consolidarnos en el disuasorio», concluyó.